Argumentado que es un “padre de a pie”, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra declinó la invitación de Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente electo, para presidir la CNDH; en su lugar, propuso a la abogada veracruzana Elizabeth Lara Rodríguez.
En conferencia de prensa realizada este miércoles, Solalinde Guerra descartó participar en el proceso para elegir al nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pues este puesto no lo dejaría ser “libre” para ejercer su ministerio ni su activismo en defensa de los migrantes.
La propuesta del cura como ombudsman nacional, durante la campaña de López Obrador por la Presidencia, causó controversia debido a que la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, prohíbe a los sacerdotes en funciones ejercer cargos públicos.
Al ser cuestionado sobre este impedimento legal, el padre sostuvo que la actividad clerical no es incompatible con la defensa de los derechos humanos.
Respecto a Lara Rodríguez, quien funge como delegada de la CNDH en Ixtepec, Oaxaca, destacó que “es una servidora pública ejemplar, una persona íntegra por donde le busquen”, y comentó que su candidatura al puesto representaría “una travesura para las estructuras machistas en México”.
Editado por Luis Alberto Palacios
