Salvador Rangel Mendoza, obispo de Chilpancingo, se reunió con un narcotraficante en la Sierra de Guerrero, para acordar que no habrá coacción del voto ni más asesinatos de candidatos, a condición de que estos no compren sufragios y cumplan promesas.
En respuesta a este hecho, confirmado por el propio clérigo, Alfonso Navarrete Prida, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), señaló que se puso en contacto con el Arzobispo Primado de México para informarse del contexto y aseveró que “el gobierno mexicano no negocia la aplicación de la ley y no hay posibilidad alguna de que eso ocurra”.
“Sí tenemos un problema en Guerrero, sí ha habido temas confabulándose en materia de seguridad, sí ha habido ejecuciones en una zona cercana a Chilpancingo, que es Chilapa. Sí tenemos obligación de (…) poner a disposición del juez a quien la haya infringido”, agregó.
Y es que, ayer, domingo, Rangel Mendoza declaró que, el pasado viernes 30 de marzo subió a la Sierra para encontrarse con un líder delincuencial, quien se comprometió a bajar el nivel de violencia y no interferir en el proceso electoral,
Lo anterior, con la condición de “que los candidatos no repartan dinero para comprar el voto, sino que realicen obras en la Sierra, y que cumplan sus promesas de campaña porque la gente está molesta ante la indiferencia gubernamental y política”.
También hubo acuerdo con candidatos, dice
Asimismo, refirió que el narcotraficante le indicó que este acuerdo ya lo había hecho “con los candidatos”, por lo que esperaba que cumplieran su palabra.
Cabe mencionar que dicha región de la entidad guerrerense es la principal zona productora de heroína en el país y actualmente se la disputan Isaac Navarrete Celis, El Señor de la I, y Onésimo Marquina, El Necho, lo cual ha generado una ola de desapariciones y homicidios.
Entre los asesinatos, trascendieron el de Antonia Jaimes Moctezuma, precandidata perredista a diputada federal por Chilapa, y el de Dulce Rebaja Pedro, aspirante priista a diputada local.
Editado por Luis Alberto Palacios
