El Congreso de Sonora aprobó reformas a la Constitución local que buscarían “amarrarle las manos” a la legislatura entrante, integrada en su mayoría por diputados de la coalición Juntos Haremos Historia, encabezada por Morena, junto con PES y PT.
Así lo manifestó este miércoles Jacobo Mendoza, líder de dicho partido en la entidad, quien acusó a la gobernadora actual, Claudia Pavlovich Arellano, y su Partido Revolucionario Institucional (PRI) de intentar “un golpe de Estado” para imponer dichas modificaciones, entre las que destacó la llamada “ley veto”.
Dicho ordenamiento, da facultad al jefe del Ejecutivo estatal –en este caso, Pavlovich Arellano– de vetar las leyes que el Legislativo apruebe y le envíe para su promulgación.
Por otra parte, la actual legislatura, conformada principalmente por PRI y PAN, votó a favor de que, incluso con mayoría calificada, sus sucesores no puedan modificar la Constitución local, pues precisarán que dos terceras partes de los 72 municpios que integran al estado den su aval.
En este contexto, la suma de los municipios gobernados por ediles del PAN y PRI permitiría frenar las reformas aprobadas por Morena, que sólo tiene 18.
Asimismo, se aprobó que los funcionarios del Congreso sean seleccionados y ratificados por la titular del Ejecutivo, y se pusieron candados a la remoción de los titulares de organismos desconcentrados, como el Instituto Superior de Auditoria, la Fiscalía General del Estado y el Instituto de Transparencia.
Editado por Luis Alberto Palacios
