El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, aseveró que no peleará con Donald Trump, mandatario de Estados Unidos, por el muro en la frontera binacional, sino que “los convenceremos con diplomacia” de que la migración no se detendrá con esta obra.
Lo anterior, en respuesta al inicio de la construcción de una “valla metálica” a lo largo de 6.4 kilómetros de la frontera, en la parte que corresponde a Texas, anunciado por la patrulla fronteriza de Estados Unidos, como parte de la política antiinmigrante de Trump.
Ante este hecho, López Obrador confió en que mantendrá una “buena relación” con el gobierno de la Unión Americana a través de una “labor diplomática” y de “respeto”, a fin de persuadir de que ni el muro ni la “fuerza” solucionarán el “problema de la migración”.
Asimismo, indicó que esperará a tomar posesión de su cargo, el próximo 1 de diciembre, para poner sobre la mesa de negociación el tema del muro, de forma que “por más que me estén cucando –dijo– no voy yo a caer en ninguna provocación”.
Por otra parte, según la autoridad fronteriza estadounidense, el proyecto de la nueva valla consistirá en la eliminación de la cerca existente para reemplazarla para una estructura de barrotes de acero, que tendrá una altura de 5.4 metros.
Se ubicará justo al oeste del cruce internacional Paso del Norte, en el centro de El Paso, en Texas, y se extenderá hacia el este hasta el área de Fonseca Road, en el sureste de El Paso.
Esta construcción se completaría a fines de abril de 2019, con un costo estimado de 22 millones de dólares, aunque no corresponde a ninguno de los prototipos del muro fronterizo contemplados por Trump.
Editado por Luis Alberto Palacios
