Hasta cien centroamericanos del “Viacrucis del Migrante 2018” llegaron a Mexicali, Baja California, a bordo de dos autobuses, tras un viaje de un mes que inició en Tapachula, Chiapas, para cruzar la frontera con Estados Unidos y pedir asilo humanitario.
De acuerdo con Irineo Mujica, director de Pueblo sin Fronteras, de los cerca de mil migrantes que originalmente confirmaban la caravana, los que logaron llegar a Mexicali irán hacia Tijuana, que colinda con San Diego, en suelo norteamericano, con el fin de ser acogidos mediante la media humanitaria.
Refirió que este movimiento se organiza año con año desde 2010, con el objetivo de visibilizar la “el drama” que viven los migrantes centroamericanos en su paso por México con destino hacia la Unidad Americana.
En este sentido, criticó que las autoridades estadounidenses intenten “empañar” la imagen de los solicitantes de asilo calificándolos como delincuentes, pues “son cínicas mentiras que suenan huecas”.
Por su parte, Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional (AI) recomendó a México y Estados Unidos “dejar de demonizar” a los migrantes, puesto que “pedir asilo no es un delito ni en Estados Unidos ni en ningún país”.
Editado por Luis Alberto Palacios
