El día 20 de octubre a las 20:00 horas se llevará a cabo el “Concierto Chido” por parte de La Nueva Radio 107.1 FM, cuya finalidad es recaudar fondos para cubrir las necesidades que requiere una difusora de uso social indígena.
Los organizadores ponen a disposición números de cuenta bancarios, además de un centro de acopio en la 11 Poniente 1915, Barrio de Santiago (a la vuelta del Upaep).
Los interesados en donar lo pueden hacer desde Oxxo, número de tarjeta: 5204 1649 3918 2793, banco: Banamex o Por depósito en el banco a la cuenta: 7009 1585 942, Clabe: 0021 8070 0915 8594 25, a nombre de Erik Coyotl Lozada, banco Banamex.
Además otro de los objetivos del evento, es acercar a comunidades indígenas de Tlaxcalancingo a los medios de difusión colectiva.
Juan Carlos Flores Solís, director emergente de la difusora, comenzó a apoyar como tallerista y abogado de la radio para que la comunidad pudiera obtener la concesión de uso social indígena.
Expuso que, desde los años 80 y 90 se intentó de manera formal iniciar la constitución de la asociación civil Centro Cultural Tlaxcalantzin (CCT), no fue hasta el año 1994, que en Tlaxcalancingo se logró “tener una radio comunitaria para informar a la población lo que está pasando y promover la cultura de la comunidad”.
El CCT fue la base cultural en que la radio se comenzó a materializar en un colectivo. La Rabiosa Radio, una radio libre por internet fue donde se buscó impulsar la radio comunitaria del pueblo, a través de altavoces en junio de 2008, oficialmente se transmitió el 19 de enero de 2009.
Desde su fundación en 2009 a la fecha, el sostenimiento de la difusora ha sido de manera solidaria pero limitada, dado que es difícil sostener sino existe un grupo de personas que se dediquen el tiempo completo al proyecto.
A pesar de ello la radio del pueblo ha arrancado con el “permiso” del estado a transmitir en FM con mil watts de potencia como radio de uso social indígena en la cuarta zona metropolitana del país, con un espacio de cobertura de más de 3 millones de habitantes.
Editado por Dulce Margarita Blanco Rivera
