Lo que inició con la falla mecánica de un vehículo, se convirtió en el incendio más destructivo en California, pues los muertos ascendieron a seis y los evacuados a 38 mil; el siniestro, que aún sigue incontenible, ya quemó 36 mil hectáreas en una semana.
Pese al esfuerzo de casi 3 mil 400 bomberos y operarios, el incendio, que comenzó el pasado 23 de julio en el condado de Shasta, está apagado solo en un 5 por ciento debido a las desfavorables condiciones climáticas.
Según autoridades, de entre las personas fallecidas por Carr, como se denominó al fenómeno, se encuentran una mujer de 70 años y sus dos bisnietos de 5 y 4 años de edad, además se reveló que hay 17 desaparecidos.
Más de 5 mil estructuras están amenazadas por el avance de las llamas, que se avivan por las elevadas temperaturas, la baja humedad y los fuertes vientos, debido a esto, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ofreció ayuda federal para reforzar los esfuerzos estatales y locales.
Editado por: Edgar Chilaca Ruano
Fuente: El país