Entre 2017 y 2018, la lujosa firma británica de moda Burberry destruyó el equivalente a casi 20 mil de sus icónicas gabardinas con el objetivo de proteger su marca, con el fin de evitar la fabricación de falsificaciones de sus productos.
Según un reporte anual de la firma, la compañía eliminó artículos no vendidos durante ese ejercicio por valor de 28.6 millones de libras, alrededor de 37.5 millones dólares.
Desde 2008 la firma de lujo ha desechado más de 127 millones de libras (166.5 millones de dólares) en ropa, accesorios y productos de belleza, según los reportes anuales de la empresa. El número de artículos físicamente destruidos ha ido en aumento cada año.
La destrucción de inventario no vendido es una práctica común en el sector lujo. El objetivo es proteger la propiedad intelectual, es decir, minimizar las falsificaciones de los productos no vendidos, así como evitar que prendas y accesorios que lucen una etiqueta de lujo se vendan con rebajas excesivas de precio.
Ello, no ha evitado una serie de críticas y ha abierto el debate público sobre la gestión del inventario remanente de las empresas de lujo.
Editado por Lorena González Guzmán
Fuente: Forbes México
