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De spots de campaña, debates y malos refritos

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que los creativos de Juan Carlos Limón y su firma consultora By Power Group no se mostraron muy ingeniosos en el primer spot de campaña de la candidata a la gubernatura de la coalición Por Puebla al Frente Martha Erika Alonso Hidalgo.

Y es que prácticamente copiaron el modelo y el guión del primer spot de campaña de Enrique Peña Nieto en 2012.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero también necesarias. Analice usted uno y otro spot y verán que son muy similares.

Otro detalle que llama la atención de la productora encargada de los videos televisivos de Peña Nieto y ahora de la esposa del ex gobernador Moreno Valle es su fijación en el barrio del artista.

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A propósito.

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Anaya, el joven tarabilla

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que uno de los riesgos de las constantes visitas de Ricardo Anaya a Puebla es la falta de fondo y variedad en su discurso.

El día de ayer, el abanderado panista repitió el mismo mensaje de hace dos semanas.

Y no lo repitió en uno, sino en todos los eventos del día de ayer. Los reporteros que lo acompañaron durante el día podrían haberle arrebatado el micrófono y ellos continuar, porque ya se lo sabían de memoria.

Anaya es una máquina de repetir un mismo discurso, con el mismo sonsonete y los mismos ademanes.

Es tal lo repetitivo de su discurso que los reporteros de los medios nacionales iban anticipándose a cada frase, cada ejemplo y cada chistorete.

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Gira de Anaya exhibió 4 debilidades de Martha Erika Alonso

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que la gira del aspirante presidencial Ricardo Anaya Cortés sirvió de laboratorio para medir el potencial de Martha Erika Alonso Hidalgo, la candidata a la gubernatura de la coalición Por Puebla al Frente, pues es su primera experiencia electoral. El resultado es que se detectaron cuatro “focos rojos” que amenazan con inyectarle altas dosis de vulnerabilidad al proyecto morenovallista de seguir con el control de Casa Puebla.

El periplo de Anaya exhibió que la candidatura de Martha Erika Alonso no tiene ni una pisca de respaldo de la sociedad civil, a diferencia de su marido, Rafael Moreno Valle Rosas, quien en 2010 contaba con un abrumador sostén de la ciudadanía sin partido político. También quedó mostrada la falta de cohesión entre las fuerzas políticas que conviven en la coalición Por Puebla al Frente y que persiste un fuerte malestar del PRD, de grupos del PAN, con la forma en que se repartieron posiciones en esa agrupación pluripartidista.

Y la situación más grave: por más que Martha Erika Alonso hace un esfuerzo por mostrar que su candidatura, su posicionamiento, el diseño de se campaña, es obra de ella misma, de sus propios méritos y que no heredó la candidatura de su esposo, al final aparece la figura de Rafael Moreno Valle Rosas como el orquestador de todos los hilos conductores que se mueven en la coalición formada por el PAN y el PRD, junto a los partidos Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y Pacto Social de Integración.

Los cuatro “focos rojos” que se identificaron en la larga gira de Anaya fueron los siguientes:

Primero: de acuerdo a la planeación oficial de la gira, los cinco actos masivos de Anaya tendrían una audiencia de 25 mil personas, distribuidas de la siguiente manera: 500 en San Martín Texmelucan, 5 mil en Tepeaca, 5 mil en Atlixco, 5 mil en San Andrés Cholula y 10 mil en la ciudad de Puebla.

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Meade huele a muerto y el nuevo romance Anaya-RMV

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que la fotografía de Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle en Las Calandrias de Atlixco es el punto de quiebre para la muerte de la candidatura presidencial de José Antonio Meade. El ex gobernador poblano ni pierde ni se equivoca, y es claro que después del debate del domingo decidió ‘quemar sus naves’ con el panista como una medida de urgencia que abone a la victoria de Martha Erika Alonso.

Los afectos de Moreno Valle, sin duda, están en Meade. Son amigos personales, y ‘Pepe’, en sus dos estancias como secretario de Hacienda, fue extremadamente generoso con los proyectos del gobierno estatal, incluidos los 500 millones a fondo perdido para el Museo Internacional del Barroco, así como el diseño del PPS para pagarlo los siguientes 27 años.

Entre el afecto personal, y los compromisos con Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, Moreno Valle comprometió entregarle a su amigo Meade por lo menos 800 mil votos en el estado gracias a sus dones de operador político, pues en su primer cálculo era mejor que ‘Pepe triunfara o cuando menos se quedara con el segundo lugar.

En la política, ninguna amistad sobrevive a la caída en las encuestas. Después del domingo, entre la élite económica del país se ha impuesto la visión de que el contendiente de López Obrador debe ser el queretano. Pero con la ruptura del acuerdo, Meade y el PRI deben olvidarse de esos 800 mil votos.

Sólo una duda asalta esa fotografía: Moreno Valle avisó a Los Pinos que había decidido jugarse su resto con Anaya, o simplemente tomó su camino ante la realidad política de las encuestas, así como de las presiones de los poderes fácticos para formar un solo frente de ataque. El matiz es importante.

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“¡Tú ganastes, mi Chango! ¡Usté es el mero campeón!”, gritan los Alcahuetes

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que cuentan que cuando el Chango Casanova perdía una pelea de box se iba a la cantina tepiteña más cercana y buscaba recomponer lo que no había podido hacer en el cuadrilátero.

—¡Tuve que haberle pegado con la derecha en el pinche hocico! —gruñía.

Y también gruñían los alcahuetes que lo acompañaban.

Eso ha estado ocurriendo después del debate del domingo en el ámbito de López Obrador.

Tras un primer enojo —representado por una extraña postura del cuerpo detrás del atril: doblado, como si buscara una cartulina que nunca encontró—, el candidato presidencial de Morena se fue sin despedirse y se marchó en un auto blanco.

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