La comida hecha con impresoras 3D puede cambiar el mundo, porque de esta manera las personas harían platillos más saludables, lo que contribuirá a su desarrollo y al mismo tiempo será posible combatir la hambruna que padecen millones.
Así lo aseguró Ping Fu, directora ejecutiva de 3D Systems, en la primera conferencia de la Ciudad de las Ideas (CDI): “¿La impresión 3D de comida puede ser una solución para la hambruna alrededor del mundo?”.
Detalló que, con esta máquina, el futuro de la comida será “imaginativo, saludable y delicioso”, ya que se puede elegir con cuidado cada ingrediente que llega al estómago, el cual se imprime por capas y parece hecho por profesionales.
En el mundo, el 24 por ciento de la comida producida no se consume, por lo que al ver que no funciona hacer que la gente rica se preocupe por la pobre y que resolver los problemas de hambruna tomará años, podría utilizarse para poder alimentar a quienes lo necesitan.
Además, beneficia a los que no les gusta cocinar, ya que ahora podrán crear “deliciosos” alimentos para compartir con familia y amigos sin complicaciones.
