A casi dos meses de ser aprobada, el Congreso de la Unión publicó la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, donde resaltan la eliminación de las pensiones a expresidentes y el tope para que ningún funcionario gane más que el presidente.
Lo anterior este lunes, en el Diario Oficial de la Federación (DOF), donde se especifica que dicho ordenamiento entrará en vigor a partir de mañana y se indica que reglamenta los artículos 127 –referente a las remuneraciones de los servidores públicos– y el 75 –donde se ordena la inclusión de estas retribuciones en el presupuesto de egresos– de la Constitución federal.
De acuerdo con el documento, el artículo 10 indica que “no se concederán ni cubrirán jubilaciones, pensiones o haberes de retiro sin que éstas se encuentren asignadas por la ley, decreto legislativo, contrato colectivo o condiciones generales de trabajo”.
Desde su campaña, Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, ha sostenido que las pensiones millonarias a los cinco expresidentes vivos y dos viudas se mantienen por decreto presidencial, el cual se comprometió a no firmar durante su mandato.
El artículo 11 de dicha ley agrega que “los servidores públicos de elección popular no tienen derecho a liquidación o compensación alguna por el término de su mandato”.
Respecto al tope salarial para funcionarios, el artículo 6 señala que “ningún servidor público recibe una remuneración o retribución por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión mayor a la establecida para el Presidente de la República en el Presupuesto de Egresos de la Federación”.
El 15 de julio, López Obrador, reveló que su salario mensual ascenderá a 108 mil pesos –es decir, 40 por ciento menos que el de Enrique Peña Nieto– y prometió que esta cantidad será el tope para todos los funcionarios del gobierno federal.
Cabe recordar que la Ley Federal de Remuneraciones fue aprobada el pasado 13 de septiembre por la Cámara de Diputados y ésta la remitió al Ejecutivo, Peña Nieto, quien no hizo observación o veto alguno en los 30 días naturales de los cuales disponía, además de omitir publicar por su cuenta en los 10 días que tenía para hacerlo.
Editado por Luis Alberto Palacios
