Tras confirmarse que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, aceptó asistir a la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, legisladores y líderes panistas estallaron en críticas; el presidente electo dijo que su gobierno será “amigo de todos”.
Este domingo, a través de un comunicado, Damián Zepeda Vidales, coordinador de los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), señaló que su bancada rechaza la “lamentable invitación (…) al dictador Nicolás Maduro” y le exigió a López Obrador que la revoque.
Sentenció que, en México, “muchos defendemos la democracia y repudiamos las violaciones de Maduro a los derechos humanos, las libertades y el orden jurídico”, y aseguró que el premier venezolano no es bienvenido en el país.
En el mismo sentido se pronunció la fracción albiazul en la Cámara de Diputados, a través de su cuenta de Twitter, donde promovió el hashtag #MaduroNoEresBienvenido.
Los @diputadospan rechazamos la invitación a @NicolasMaduro para asistir a la toma de protesta de @lopezobrador_ . No es bienvenido quien viola los Derechos Humanos y empobrece a su pueblo #MaduroNoEresBienvenido
— Diputados PAN (@diputadospan) October 28, 2018
Por su parte, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa aseveró que, “por dignidad, solidaridad con los venezolanos y empatía con los valores democráticos”, se debería retirar la invitación. Y su antecesor, Vicente Fox Quesada, hizo lo propio.
Por dignidad de México, solidaridad con los venezolanos y empatía con valores democráticos, debe retirársele la invitación al dictador @NicolasMaduro https://t.co/V6PwXyG8G4
— Felipe Calderón 🇲🇽 (@FelipeCalderon) October 27, 2018
Mientras otros líderes mundiales coinciden en llevar a Maduro a los tribunales por criminal. En México le invitan con bombo y platillo a un acto democrático. #MaduroNoEresBienvenido https://t.co/pGODJNiJae
— Vicente Fox Quesada (@VicenteFoxQue) October 28, 2018
En respuesta, López Obrador señaló, tras reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, que “nosotros seremos amigos de todos los gobiernos y todos los pueblos del mundo”, en concordancia con su posición de privilegiar el principio de “no intervención” en las relaciones diplomáticas de México.
Editado por Luis Alberto Palacios