Tan sólo en esta semana se presentaron tres sucesos violentos que provocaron la muerte de 13 personas en Estados Unidos; la motivación detrás de éstos descansa en la supremacía blanca que se ha visibilizado más desde la candidatura de Donald Trump.
El miércoles pasado, en Jeffersontown, Kentucky, Gregory Bush, un hombre blanco ingresó a un supermercado y disparó contra Maurice Stallard, un abuelo afroamericano quien era acompañado por su nieto y recibió un disparo por detrás, seguidos de más al caer al suelo; cuando perdió la vida, el responsable salió del lugar y disparó contra Vickie Jones, una mujer afroamericana.
Un hombre que observó lo ocurrido preparó su arma, a lo que Bush contestó: “los blancos no matan blancos”.
De acuerdo con la prensa local, Bush, quien fue detenido minutos después, tiene un historial violento y padece de un desorden mental: se sabe que antes del crimen, intentó ingresar a una iglesia a la que acuden mayoritariamente personas afroamericanas.
Paquetes explosivos
Ese mismo día, Cesar Sayoc envió paquetes con un contenido explosivo a personalidades como Barack Obama, Hillary Clinton y a las oficinas de CNN en Nueva York; dicho sujeto enfrentó a quienes criticaron al presidente estadounidense Donald Trump y expresó su apoyo al ahora Ejecutivo desde el inicio de su campaña, además de que sus conocidos afirmaron que era evidente su respaldo al partido republicano en general.
El tercer evento se refiere a que Robert Bowers, un hombre blanco, abrió fuego contra los asistentes de una sinagoga, matando a 11 personas y dejando hospitalizadas a varias; el responsable ocuparía sus redes sociales para difundir mensajes de odio a las personas migrantes y judías, mientras que Donald Trump expresó que este crimen es “una cosa terrible”.
Este último suceso recibió mayor atención mediática que el atentado contra las personas afroamericanas.
Ángulo 7 hizo una revisión de los contenidos en redes sociales respecto a #Krogershooting y #SynagogueShooter y se percató que una parte de la ciudadanía está en descontento porque las autoridades indicaron que el atentado contra la población judía fue un crimen de odio, pero del asesinato contra los afroamericanos no se expresó.
