Artistas protestaron contra la desaparición del patronato del Teatro Principal, pues temen que se privatice, deje de ser un espacio cultural y se convierta en uno de espectáculos, sin embargo, fueron ignorados y el Congreso aprobó la medida.
Un grupo de inconformes protestó afuera del Legislativo la mañana de este viernes para demandar que no se avalara la iniciativa del gobernador Antonio Gali Fayad.
Aunque estuvieron varios minutos afuera del edificio, la puerta estuvo cerrada todo el tiempo a fin de precisamente evitar manifestaciones, como la realizada el jueves por los candidatos electos de Morena.
Y es que, al interior, el diputado perredista Carlos Martínez Amador, presidente del Congreso, llevaba a cabo el último informe anual de actividades de la LIX Legislatura, acompañado por el secretario General de Gobierno (SGG), Diódoro Carrasco Altamirano.
En entrevista, Oskar Santellan, uno de los inconformes, reprobó la iniciativa de decreto de Gali Fayad enviada al Congreso la semana pasada, mediante el cual pidió desaparecer el patronato del Teatro Principal para que ahora sea administrado por el organismo público descentralizado (OPD) de Parques y Jardines.
Cobran cuotas excesivas
Calificó como “insultante” que se entregue el control de un recinto cultural al órgano que tiene objetivos turísticos, pues alertó que esto podría dar pie a que el teatro sea concesionado o privatizado por una promotora de eventos.
Y es que denunció que de por sí ya no se permite a colectivos ocupar el lugar si no pagan la renta del sitio, con valor de 75 mil pesos por un día.
Antes –precisó– los artistas poblanos podían realizar funciones con fines altruistas solo pagando una cuota simbólica, de tal forma que prevalecía el uso cultural del espacio, pero lamentó que ahora sólo se abre para graduaciones escolares.
En vista de que era inminente la desaparición del patronato, constituido en 1930, los quejosos dejaron en la Oficialía de Partes un oficio con su demanda y urgieron a la siguiente legislatura, que entrará en funciones el 15 de septiembre, que revierta el decreto de Gali Fayad.
Al concluir el informe de Martínez Amador, dio inicio la sesión extraordinaria del pleno, donde se aprobó la desaparición del patronato con 34 votos a favor y dos en contra, de los diputados Socorro Quezada Tiempo y Julián Peña Hidalgo.