El año pasado, Puebla concentró el mayor porcentaje a nivel nacional de ciudadanos que dijeron haber sido víctimas de algún tipo de discriminación, con el 28.4 por ciento; la entidad ocupó el primer lugar en dicha problemática tanto en mujeres como hombres.
El porcentaje de población que manifestó esta situación en la entidad superó el promedio nacional del 20.2 por ciento que dijo haber sido discriminado en el último año, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Discriminación (Enadis) 2017, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al analizar la información por sexo, en el caso de Puebla se posicionó en el primer lugar con mayor porcentaje de mujeres discriminadas, con el 27.4 por ciento, seguido de la capital del país, con el 26.4, Jalisco, con 25.9; Morelos, con 25.5 y Colima y Campeche, cada uno con 25 por ciento.
Respecto a los varones en Puebla, el 29.6 por ciento consideró que fue objeto de algún hecho discriminatorio en el último año, que fue la mayor proporción registrada por la Enadis en el país, superando a estados como Guerrero, Colima, Estado de México y Oaxaca, con 26.8, 26.4, 26 y 25.4 por ciento, respectivamente.
Mayoría ve irresponsables a los jóvenes
El estudio del Inegi determinó que, a nivel nacional, poco más del 60 por ciento de la población de 18 años y más está de acuerdo con que “la mayoría de las y los jóvenes son irresponsables”, en Puebla este porcentaje fue superior en con un 62.5 por ciento.
Las entidades que menos confianza tienen en la juventud mexicana fueron Michoacán (69.5 por ciento), Guerrero (69.1), Sinaloa (68.9), Nayarit (68.9) y Durango (67.2).
Respecto a los estados con mayor prevalencia de discriminación en los últimos 12 meses por algún motivo, además de Puebla, estuvieron Colima, con 25.6 por ciento; Guerrero, con 25.1; Oaxaca, con 24.9; Morelos, con 24.4 y Estado de México, con 24; alcanzando o superando todos ellos el 24 por ciento de la población que mencionó haber sido discriminada.
Situaciones de discriminación en país
La Enedis 2017, señaló que los principales ámbitos donde las personas indígenas y las que tienen alguna discapacidad percibieron haber sido discriminadas, estuvieron los servicios médicos, la calle o transporte público, y la familia.
Mientras que las personas de la diversidad religiosa, las personas mayores, los adolescentes y jóvenes, y las mujeres declararon principalmente la calle o transporte público, el trabajo o escuela y la familia.
El Inegi, identificó que las experiencias de discriminación en los últimos cinco años hacia los grupos de la población de estudio, se dio a través de las siguientes situaciones: rechazo o exclusión de actividades sociales, los hicieron sentir o miraron de manera incómoda, recibieron insultos, burlas, en algunos casos fueron objeto de amenazas, empujones o jaloneos, en otros fueron obligados a salir de alguna comunidad.
