Un grupo de artesanas de la comunidad de Aguacatenango, en Chiapas, acusó a la marca española Zara de plagiarles, por segunda ocasión, un bordado tradicional para usarlo en una chamarra que promociona a través de internet con un precio de hasta mil pesos.
Así lo aseguró Adriana Aguerrebere, directora de la organización Impacto, quien recordó que la primera vez la empresa utilizó textiles tradicionales de la misma localidad en una blusa, sin tomar en cuenta a las artesanas, de manera que lo sucedido es una muestra de que a estas marcas “no les llega el mensaje de que tienen que ser respetuosos con las comunidades”.
Señaló que sólo entre 2012 y 2017 ocho marcas internacionales han plagiado los bordados de artesanas mexicanas, según una revisión por parte de la asociación, pero “la lucha parece inagotable”.
Sin embargo, en algunos casos de plagio, como el de la marca Mango, se pudo revertir el abuso luego de que una legisladora envió una carta a la compañía, lo cual sumado a la presión social en redes, hizo que quitaran la blusa del mercado y ahora pretenden desarrollar un proyecto con artesanas de Oaxaca.
Indicó que la protección al conocimiento colectivo de una comunidad, como lo son los bordados, es complejo ya que no se puede registrar como derecho de autor ni denominación de origen al no haber una única persona que pueda atribuirse la creación porque se transmiten de generación en generación.
Asimismo, comentó que, aunque se busca vincular a las artesanas con diseñadores y marcas que valoren el trabajo a fin de que entren en un esquema de comercioético donde las mujeres reciben pago por hora y no por prenda, aún falta mucho por hacer.
Cabe mencionar que desde 2014, Impacto tiene una campaña llamada “Viernes tradicional” en la que llama sus seguidores en Instagram a subir fotografías con las prendas que compran a artesanas o marcas que hacen comercio ético.
Fuente: Animal Político
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
