Martha Erika Alonso Hidalgo (del PAN), Miguel Barbosa Huerta (de Morena) y Enrique Doger Guerrero (del PRI) recurrieron al uso de bots para promoverse, defenderse y atacar a sus contrincantes en Twitter durante los dos meses de la campaña por la gubernatura de Puebla.
La esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle fue la que más recurrió al uso de programas automatizados para “inflar” de comentarios positivos y halagos sus publicaciones, seguida del senador con licencia y finalmente el exalcalde de la capital, quienes también ocuparon esta tecnología para denostarse entre sí.
De acuerdo con un monitoreo de Ángulo 7 con ayuda de la plataforma Atrapabot, se detectó que la candidata de Por Puebla al Frente recibió en promedio 45 respuestas a cada tuit que publicó, sin embargo, al menos el 75 por ciento (33) provenían de cuentas con identidades falsas.
Por su parte, Barbosa Huerta tuvo alrededor de 25 comentarios por cada publicación, pero de ellos también la mitad (17) llegaron de perfiles con alta probabilidad de ser automáticos.
Doger Guerrero recibió por lo regular 15 comentarios en sus tuits, pero de ellos el 30 por ciento (cuatro) llegaban de cuentas que en cada publicación nueva respondían lo mismo que en la anterior.
Basta con ingresar al perfil de quienes aplauden a los candidatos para constatar que tienen pocos o nulos seguidores, carecen de foto de portada, la de perfil es una imagen tomada de internet y no tienen publicaciones propias, sino que se dedican a retiutear y dar “me gusta” a las del abanderado para el que operan.
Están a la vista
Otro aspecto que se detecta a simple vista es la estructura de sus respuestas: frases repetitivas, con hashtags (etiquetas) que facilitan la búsqueda de cuentas similares y con las que interactúan entre sí, ya que los comentarios de una cuenta falsa tienden a tener retuits y likes de otras cuentas falsas.
Para verificar la autenticidad de los perfiles sospechosos, Atrapabot toma en cuenta la periodicidad de las publicaciones, su estructura (orden del sujeto, verbo, sustantivo y adverbio) el lenguaje, el número de interacciones, la frecuencia con la que se habla de un tema y las cuentas con las que se interactúa.
Asimismo, considera las características del usuario, es decir, el número de seguidores, de tuits, la antigüedad del perfil, la descripción del titular y su configuración, incluida su ubicación, aunque esta no es revelada a quien usa la plataforma.
Tras evaluar todos estos aspectos, Atrapabot lanza un porcentaje de probabilidad de que la cuenta examinada sea un bot o no, es decir, que mientras más alto sea el porcentaje, mayor seguridad habrá de que se trata de un perfil falso.
Tras poner a prueba las cuentas de los tres candidatos, ninguna obtuvo más del 10 por ciento de probabilidad de ser un “robot”, pues Barbosa Huerta tuvo el 3 por ciento, Doger Guerrero el 4 y Alonso Hidalgo el 9.
Sin embargo, al probar los perfiles de los simpatizantes que más los halagan, los resultados más bajos rebasaron el 60 por ciento de probabilidades y los más altos alcanzaron hasta 90 por ciento.
Bots inflaron encuestas y atacaron a críticos
Las cuentas con mayor seguridad de que son falsas son también las que más interactúan, tanto en las cuentas del candidato para el que opera como en las de sus oponentes.
En el caso del abanderado a favor hubo halagos y apoyo, mientras que en las publicaciones de los contrincantes había críticas, insultos y hasta amenazas.
Pero los bots no se limitaron a denostar a los rivales, sino que también fueron utilizados para “inflar” encuestas, denostar contra notas informativas, medios de comunicación, encuestas o críticas en contra de sus candidatos.
Atrapabot es una plataforma creada por el Tecnológico de Monterrey, el Colegio de México (Colmex), el colectivo Enjambre Digital y el Centro de Estudios Sociológicos.
A su vez, es la edición en español de Pegabot, plataforma creada en Brasil por el Instituto de Tecnología y Sociedad de Río de Janeiro, basada en algoritmos de de Botometer, del Instituto de Ciencias de la Universidad de Indiana, Estados Unidos.