Tras la ejecución de seis policías municipales de Amozoc de Mota, fueron detenidos por la SSP dos civiles como probables responsables del ataque, así como dos mandos del ayuntamiento que previamente fueron denunciados por los elementos caídos.
Los dos civiles asegurados la tarde del viernes se encontraban en actitud sospechosa cerca del sitio donde ocurrieron los hechos, por lo que fueron detenidos por personal de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal.
En el acto, se les decomisó un arma de fuego calibre 9 milímetros con 41 cartuchos útiles. Asimismo, se aseguró un vehículo de color rojo y una pipa que transportaba gas LP.
Por su parte, la Agencia Estatal de Investigación, perteneciente a la Fiscalía General del Estado (FGE), detuvo a dos mandos porque tenían denuncias en su contra por parte de los policías asesinados.
Dentro de la indagatoria que se inició, de manera preliminar se tiene conocimiento que los elementos privados de la vida presentaron su queja el jueves ante la Contraloría Municipal, por presuntas anomalías dentro del ayuntamiento.
Reservan nombres de sospechosos
Lo anterior fue dado a conocer por la propia FGE, sin embargo, se reservó los nombres de los funcionarios, aunque fuentes extraoficiales señalaron que uno de ellos es el comandante Javier Rojas.
En rueda de prensa realizada la noche del viernes, horas después del ataque perpetrado en la junta auxiliar de Chachapa, Jesús morales Rodríguez, titular de la SSP aseguró que los seis elementos fallecieron al atender un reporte por una supuesta riña y, al no encontrar a los quejosos, observaron un vehículo sospechoso, por lo que procedieron a realizarle una inspección preventiva y fueron atacados.
Afirmó que las agresiones fueron hechas por un grupo de personas aún no determinadas, que se dieron a la fuga.
Derivado de lo anterior, refuerzos acudieron en su auxilio, pero al llegar al lugar encontraron a cinco efectivos fallecidos y uno más herido de gravedad, que perdió la vida minutos después.
No obstante, versiones extraoficiales han señalado que en realidad los policías fueron “levantados” por un grupo armado, quien los habría torturado, ejecutado y finalmente abandonado sus cuerpos en terrenos baldíos de la colonia Signoret.
