Dimos contratos a Riobóo para segundos pisos en CDMX: AMLO
Dimos contratos a Riobóo para segundos pisos en CDMX: AMLO. Foto: lopezobrador.org
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Dimos contratos a Riobóo para segundos pisos en CDMX: AMLO. Foto: lopezobrador.org

Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de Juntos Haremos Historia, aceptó que, durante su gobierno en la Ciudad de México, se otorgaron contratos por adjudicación directa a la empresa Riobóo para la construcción de los segundos pisos.

Lo anterior, en respuesta a las acusaciones de su adversario de Por México al Frente (PAN, PRD y MC), Ricardo Anaya Cortés, quien en el segundo debate presidencial aseveró que el exjefe de gobierno favoreció al empresario José María Riobóo Martín con contratos de obra pública por 170 millones de pesos.

Asimismo, insinuó que Riobóo está detrás del rechazo de López Obrador a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (Naicm), pues la compañía perdió una licitación para participar en el proyecto y fue con López Obrador a “echar pestes”.

 

Durante un mitin en Ticul, Yucatán, el abanderado de la alianza Morena-PT-PES sostuvo que se otorgó el contrato a Riobóo, en 2002, porque “era el mejor estructurista que se tenía para construir segundos pisos (…) y es tan bueno que esos (…) han resistido temblores y no han tenido ningún problema”.

Asimismo, refirió que la obra fue auditada “muchas veces” por el fideicomiso que manejó el dinero.

Acudiremos a tribunales: Riobóo

Por su parte, la empresa también respondió a las acusaciones de Anaya Cortés, a través de un comunicado, donde remarcó que su trabajo “siempre se ha apegado a la ley” y advirtió al panista que acudirá a los tribunales si continúa acusándola de corrupción.

Aseguró que, tras perder la licitación del Naicm, aceptó este fallo y no recurrió a su derecho de impugnación.

Además, refirió que López Obrador invitó a Riobóo Martín para pedirle un proyecto alternativo al Naicm, “que sirviera como un nuevo centro aeroportuario para el país y que pudiera brindar los servicios requeridos con una inversión que fuera menos costosa para el erario”.

Editado por Luis Alberto Palacios