Candidatos de “Juntos Haremos Historia” y personal de Agua de Puebla protagonizaron un altercado en las oficinas de la empresa porque unos querían clausurar simbólicamente el lugar y los otros impedirlo; aunque no hubo heridos, sí jaloneos, manotazos y empujones.
Alrededor de las 10:20 horas de este lunes, abanderados y simpatizantes arribaron a las instalaciones de la concesionaria reclamando la pésima calidad del servicio por lo que se disponían a “cerrarla”.
En un principio no hubo inconvenientes y los inconformes pegaron calcomanías del color que identifica a Morena (blanco con guinda), pero luego de unos minutos, personal de la empresa salió para tratar de frenar la protesta.
Al menos cuatro sujetos de traje, sin distintivos de seguridad privada, salieron para despegar lo que ya se había colocado e impedir que hubiera más calcomanías.
“Clausurado por corrupción”, “clausurado por tarifas altas”, “clausurado por cobros indebidos” fueron algunas de las consignas que se leyeron en los pegotes puestos en los vitrales de la empresa y en vehículos.
La candidata a la alcaldía de Puebla, Claudia Rivera Vivanco; los candidatos al Senado, Alejandro Armenta Mier y Nancy de la Sierra Arámburo, así como el abanderado a la diputación local del distrito 20, José Juan Espinosa Torres, fueron algunos de los que encabezaron la protesta.
Reiteran repudio a privatización del agua
Si bien las mujeres no fueron reprimidas por los empleados los hombres sí, como Espinosa Torres, quien manoteo con dos sujetos luego de impedirle pegar un cartel en un toldo.
Mientras unos tapizaban de calcomanías el inmueble ubicado en el 5310 de Rio Grijalva, en la colonia Jardines de San Manuel, un altavoz era pasado de mano en mano para emitir unas palabras de repudio a la administradora del vital líquido.
Todos los candidatos recordaron que el servicio fue privatizado por la administración del panista Rafael Moreno Vale, en un proceso plagado de opacidad porque hasta el día de hoy se desconocen los términos del contrato y el paradero de los 4 mil millones de pesos que el consorcio Concesiones Integrales pagó al gobierno del estado para hacerse de la concesión.
También señalaron que con la entrada en operación de Agua de Puebla el servicio decayó, pero el precio aumentó hasta 500 por ciento y comenzaron las irregularidades como cobros y suspensiones injustificadas, así como la cancelación de tomas de forma ilegal, que han padecido usuarios sin adeudos, pero con lo cual se les obliga a pagar una reconexión.
Todo esto –acusaron— con tolerancia y en total impunidad por parte del ayuntamiento, el gobierno del estado, el Congreso local y Soapap, ya que cada uno tiene facultades para regular el servicio, pero ninguno ha hecho nada pese a las cientos de quejas ciudadanas.
Por todo ello, reiteraron que, si ganan la elección, desde la presidencia municipal, el Congreso de la Unión o el Legislativo poblano impulsarán que se transparenten los términos y condiciones de la concesión, además de revertir la privatización del agua.