Mmame Mgabe, migrante procedente de Senegal, país de África, sufrió un ataque al corazón que le provocó la muerte tras correr de la persecución de policías; el suceso ha provocado manifestaciones con enfrentamientos y una opinión dividida de la sociedad.
A Mgabe de 35 años, residente del barrio Lavapiés y padre de familia, se le conocía como mantero, nombre que se refiere a quienes trabajan en el ambulantaje. La expresión viene de manta, debido a que en una tela transportan y muestran sus productos.
Tras la muerte de Mgabe, la población de Lavapiés, un barrio que alberga a población proveniente de todas partes del mundo, y defensores de derechos humanos han culpado a la persecución policíaca de su muerte, mientras que agencias de noticias internacionales y algunos partidos políticos consideran que fue una mera coincidencia.
Por ello, se convocaron a manifestaciones, las cuales al principio fueron pacíficas y tuvieron el fin de repudiar las acciones de la policía y responsabilizarle de la muerte del mantero. Una de las frases más dichas fue “la policía tortura y asesina”.
Sin embargo, poco duró ese ambiente de tranquilidad y se convirtió en un enfrentamiento entre policías y manifestantes; las acciones de los primeros fueron grabadas por los asistentes y en más de una ocasión se ve cómo tiran balas de goma y abusan de su poder.
Exhiben abuso policial a manifestantes
Prueba de ello es uno de los vídeos en donde se observa que un hombre quien se encuentra parado al lado de un poste de luz sin hacer absolutamente nada, es rodeado por policías, quienes le pegan en la cabeza hasta dejarlo inconsciente en el suelo.
Debido a lo anterior, diversos ciudadanos han presentado su inconformidad ante la institución Defensor del Pueblo. Tal es el caso del activista Stéphane M.Grueso, él añadió evidencia fotográfica de la agresión. Otros ciudadanos han acusado a la extrema izquierda de ser cómplice de los migrantes y destrozar el barrio así como atacar a la policía.
Sin embargo, otros más se han unido a manifestaciones, las cuales continúan programándose en las ciudades de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Nafarroa, Manresca, Valencia, Pamplona y Burgos. En algunas de ellas, ya se ha escuchado decir “ningún ser humano es ilegal”.
Sin embargo, en las calles de Lavapiés, se han presentado casos en los que españoles han gritado a los migrantes y refugiados “es mi calle, no la tuya”, e incluso han llamado a emprender redadas de deportaciones.
Mucha gente en redes sociales ha defendido esa postura y sostienen que no debe permitirse que los recién llegados acaben con Lavapiés y que tampoco se permita que sucedan casos como el de Almería, en el cual una mujer migrante le quitó la vida a un menor de edad.
Mientras que los migrantes y amigos del ahora mantero muerto han expresado que lo ocurrido en las últimas horas es una muestra de racismo y aseguran que la muerte de su compañero se debe a que es un negro, porque “siempre nos matan” –añade uno de ellos en entrevista a medios–.
