Tras el sismo de 7.2 grados con epicentro en Oaxaca, el gobernador Antonio Gali Fayad y el alcalde Luis Banck Serrato reportaron saldo blanco en la capital, aunque –añadieron– en el interior del estado hubo “desprendimientos” en la iglesia de Atzala.
Durante encuentro con los medios, cerca del zócalo capitalino, el mandatario poblano comentó que de inmediato se activaron los protocolos para verificar el estado de los inmuebles del Centro Histórico, principalmente los que sufrieron daños en el sismo del 19 septiembre pasado.
Mencionó que en el caso de las demarcaciones de Atlixco e Izúcar de Matamoros sólo hubo personas con crisis nerviosas, pero no se reportaron heridos, aunque seguirán haciendo revisiones.
En tanto, Banck Serrato detalló que inmuebles como la Casa del Alfeñique y la Biblioteca Palafoxiana, dañados por el movimiento telúrico de septiembre, no tuvieron afectaciones.
Asimismo, pidió a los ciudadanos estar al pendiente de la información que proporcionen las autoridades de Protección Civil.
Este hecho ocasionó que decenas de poblanos salieran de los inmuebles del primer cuadro de la ciudad, muchos de ellos se trasladaron al zócalo por el temor de que pasara a mayores.
