Columna-de-boca-en-boca

: Aunque no se tiene algo oficial hasta el momento, se dice que el cargo que dejó acéfalo Juan Manuel Vega Rayet, en la delegación de Puebla de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), lo estaría asumiendo Carlos Sánchez Romero.

Esta representación federal lleva cinco días sin titular, ya que Vega Rayet renunció a la misma el pasado viernes para buscar ser candidato a diputado federal por el distrito 13 de Atlixco.

Mientras que Sánchez Romero fue presidente municipal de San Martín Texmelucan abanderado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), solo durante 2011 y un parte de 2012, ya que dejó este puesto para ser legislador federal.

El nombramiento, ha trascendido, se daría en los siguientes días, por lo que tendrá que concluir el cargo en la delegación federal en lo que resta de la gestión priista, es decir, hasta finales de noviembre.

: En el Congreso del estado ya se nota la pereza de sus integrantes en las comparecencias de secretarios con motivo de la glosa del Primer Informe de Antonio  Gali Fayad.

Y es que los diputados de las distintas bancadas llegan tarde o preguntan los mismo dos veces, con lo cual se vuelve tediosa la sesión, al grado que algunos se la pasan platicando, otros entran y salen del recinto o se la pasan en sus teléfonos celulares. ¿Entonces tiene sentido que hagan ir a los funcionarios de primer nivel?.

: ¿Panistas tradicionales con miedo de ser traicionados, otra vez? Tras concretarse, formalmente, el registro como precandidatos a la gubernatura y la alcaldía e Puebla por parte de Martha Erika Alonso Hidalgo y Eduardo Rivera Pérez, respectivamente, aún se perciben roces entre los llamados morenovallistas y los panistas tradicionales.

Es por ello, que los más cercanos a Rivera Pérez, o, en su defecto, al panismo tradicional se han mostrado temerosos de lo que tienen planeado los primeros.

Si bien es cierto que la dupla representa lo más destacado de ambos lados, esto no significa que haya una reconciliación desde las bases de Acción Nacional, pues basta con mencionar que los allegados al exgobernador, brillaron por su ausencia en el registro de “Lalo”.

Todo lo anterior sugiere otra interrogante ¿Será que la “reconciliación” es una estrategia para hacerse tanto de Casa Puebla como del ayuntamiento, para volver a borrar a los llamados yunquistas? En ese caso, los morenovallistas, ya saben cómo hacerle.