La Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte (EUGT), un instituto financiado por Volkswagen, BMW y Daimler (fabricante de Mercedes-Benz), habrían sometido a grupos de humanos y monos a las emisiones de motores diésel.
En 2014, se sometieron a diez macacos cangrejeros. En ellas, los animales respiraban gases emitidos por un coche modelo Nuevo Escarabajo de Volkswagen con el objetivo de aportar datos y discutir a las tesis de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dichos experimentos buscaban demostrar que las emisiones de los motores diésel no son tan dañinas para la salud pública, así lo revelaron medios alemanes como ‘Stuttgarter Zeitung‘ y ‘Süddeutsche Zeitungse‘, en cuya información se hace referencia a experimentos similares con 25 seres humanos.
Se sospecha que la industria automotriz alemana pudo haber financiado experimentos con el propósito de determinar los efectos que estos tienen sobre el sistema respiratorio y sobre la circulación sanguínea, según informaciones de varios medios alemanes.
Posturas de los involucrados
El Gobierno alemán, en la conferencia de prensa habitual de portavoces, criticó duramente los experimentos y dijo que los mismos no tenían ninguna justificación ética ni científica.
La autoridad acotó “Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos”.
El presidente del Consejo de Vigilancia de Volkwagen, Hans Dieter Pötsch, también criticó los supuestos experimentos. “En nombre del conjunto del Consejo de Vigilancia me distancio con total determinación de este tipo de prácticas“.
En tanto, Daimler y BMW se distanciaron de los experimentos y aseguraron que coches de esas marcas no habían sido utilizados en los mismos.
Editado por Lorena González Guzmán
Fuentes: Expansión/eldiario.es
