Durante el Encuentro de Educación, encabezado por Juan Carlos Lastiri Quirós, se propuso que la SEP de Puebla sea dirigida por académicos reconocidos, que el modelo y programa educativos sean hechos por docentes y que estos puedan evaluarse entre sí.
La autonomía de gestión de las escuelas, la enseñanza con sentido humanista basada en los valores éticos, el uso de las tecnologías, así como la preservación de las costumbres y tradiciones de las siete regiones en el estado se sumaron también al listado de lo que requiere el sistema educativo en la entidad.
El foro, parte del movimiento Decisión Puebla 2018, reunió la tarde de este viernes a investigadores y docentes de varias partes del estado para plantear los “retos” del gremio y la educación con el fin de proponer mejoras.
Lastiri Quirós, aspirante a la candidatura del PRI a la gubernatura de Puebla, refirió que la educación “es el motor” para generar igualdad, inclusión y movilidad ciudadana, por lo que necesita un amplio análisis.
Reconoció que las acciones de los tres niveles de gobierno han ido encaminadas a reformar y crear leyes, pero no a cambiar la forma en que se imparten las clases que –aseguró– es donde radica el bajo nivel educativo de México comparado con países de la región.
Educación como eje de la política
Por lo anterior, sostuvo que es urgente una “plataforma política” que tenga a la educación –especialmente la básica– como eje central y, en segundo término, a los intereses electorales.
Cutberto Cantorán Espinosa, delegado del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), planteó que los docentes tomen el control de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues solo de esta manera el modelo educativo estará hecho por gente “que sabe lo que es estar en las aulas”.
De esta manera –aseguró- se podrá hacer frente a los cuatro principales problemas que enfrenta el país en educación media superior: la cobertura, el financiamiento, la inclusión y la permanencia del alumnado.
Con respecto al primer aspecto, señaló que en México solo el 40 por ciento de jóvenes de entre 15 y 18 años ingresan al bachillerato o preparatoria, mientras que en Chile o Argentina, este sector supera el 80 por ciento.
En el segundo tema, expuso que las escuelas públicas –principalmente universidades- no son suficientes para cubrir la demanda, por lo que las privadas cumplen con este papel, pero con altos costos; de ahí que la mitad de los alumnos que ingresan a una carrera deserta tras el primer año.
3 de 10 egresados laboran en formalidad
Por su parte, Antonio Lucio Venegas, investigador en Pedagogía, expuso que otro fenómeno social que enfrenta el sistema educativo en Puebla es la deficiencia de lazos laborales, ya que solo tres de cada diez egresados de las universidades se incorporan a una fuente de trabajo formal y el resto a una informal.
En este sentido, enfatizó que el 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en la entidad labora en la informalidad.
Por ello, consideró que las instituciones deben crear vínculos laborales con el sector productivo del estado para que la inserción laborar sea mayor.
En tanto, Antonio Lucio Venegas, académico de la BUAP, destacó el papel de la mujer en la educación, aunque también advirtió que la participación masculina ha ido a la baja, lo cual se podría relacionar en el alza de la inseguridad en Puebla.
Mencionó que en los último cinco años, el 60 por ciento de la matrícula de la institución, que asciende a los 22 mil 500 alumnos, está compuesta por mujeres, además de que siete de cada diez títulos que se han entregado también son para ellas.
Por este motivo, urgió que se refuerce la inclusión de estudiantes, principalmente en zonas de conflicto con altos índices de incidencia delictiva, dado que, en los últimos meses, en Puebla se ha desatado una ola de violencia producto del aumento en el robo de combustible.
