David Meléndez /Diario Cambio

Raúl Jiménez Martínez era un campesino de 47 años de edad, que según sus padres, los señores Efrén y Herminia, la noche del pasado tres de mayo salió de su hogar para ir por su automóvil que llevó a reparar, sin embargo fue interceptado por un grupo de militares, quienes balearon el vehículo en el que viajaba con dos acompañantes, y momentos después de su captura un miembro del ejército le disparó en la cabeza quitándole la vida.

De acuerdo con sus conocidos, Raúl Jiménez se dedicaba al campo; desde hace algunos años había dejado Palmarito para vivir en Atlixco con su familia, conformada por seis hijos y esposa.

Ayer sus padres fueron a dejarle una cruz, y revelaron en entrevista para los conductores de Hola Tropitroles que no supieron del homicidio de su hijo hasta la mañana del 4 de mayo, cuando les hablaron para que fuera a Puebla a identificar su cuerpo.

Desconocen con quién viajaba en el vehículo que fue baleado por los militares y según lo que se enteraron entre los vecinos de la zona, se desconoce el paradero de los dos masculinos que le acompañaban.

Asimismo, aseguraron que su hijo era una persona dedicada al campo y caracterizado por ser honesto y trabajador y descartaron que tuviera algún nexo con actividades ilegales.

El señor Efrén y la señora Herminia exigieron justicia por el asesinato de su hijo, reiteraron que no tenía que ver con ninguna banda del crimen organizado que se dedique a la venta de huachicol en la zona.

Diversos vecinos de la población que acompañaron a la familia a levantar la cruz, acusaron al ejército de haber matado a personas inocentes y exigieron que así como se le hace justicia a los soldados, también se le haga a los jóvenes que son inocentes y mueren siendo víctimas de enfrentamientos entre militares y delincuentes.

Para el señor Efrén, las autoridades militares son las verdaderas responsables del fallecimiento de su hijo, por lo que insistió que debe de investigarse.

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