En cinco años han muerto 44 policías en Puebla, 26 de ellos (59 por ciento) a manos de criminales, siendo el 2016 el año más letal, con 16 decesos (37.2 por ciento del total); la Policía Estatal suma 13 víctimas, por igual número de elementos municipales.
El 25.5 por ciento de fallecimientos (11) se debieron a accidentes; mientras que otros cuatro (9.3 por ciento) se desconoce el móvil, pues únicamente se encontraron los cuerpos abandonados.
Lo anterior de acuerdo con un recuento realizado por Ángulo 7, basado en registros periodísticos de junio del 2012 a la fecha.
Las tres muertes restantes ocurrieron en situaciones poco claras, algunas atribuibles al crimen, pues en 2016 un agente feneció a causa de asfixia y golpes por una turba de vecinos de Yahualtepec que quería linchar a un presunto ladrón.
En 2015, un policía murió de un disparo en Tlaola mientras protestaba con otros compañeros para exigir el pago de su aguinaldo.
Le explota bomba en Texmelucan
Un año antes, otro elemento pereció en San Martín Texmelucan tras acudir a un llamado de auxilio de una vecina a la que presuntamente le entregaron una bomba, pues el uniformado acudió al domicilio, la quejosa entregó una caja que –aseguró– contenía una bomba que le había entregado un niño.
El uniformado la tomó y, mientras la subía a la batea de su unidad, explotó.
De los fallecimientos a manos de criminales, el caso más reciente es el del comandante de la Policía Municipal de Huehuetlán el Grande, quien fue “levantado”, ejecutado y luego calcinado por presuntos huachicoleros la madrugada del lunes.
Una semana antes, un elemento municipal de Puebla fue baleado por asaltantes al frustrar un atraco en la unidad 23 de la ruta 7-A, en la colonia Belisario Domínguez.
Respecto a los accidentes, el caso más reciente es el de un policía estatal que murió el mes pasado luego de que su compañero le disparara mientras limpiaba su arma en el arco de seguridad de Palmar de Bravo.
Auxiliares, víctimas de asaltantes
Como ya se dijo, las corporaciones estatal y municipal igualan en número de víctimas, con 13 (30 por ciento del total) cada una. Luego de ellas se encuentra la Policía Auxiliar, de quienes ha habido siete caídos (16.2 por ciento), todos asesinados por asaltantes mientras custodiaban dinero del programa Oportunidades, ahora llamado Prospera.
Un caso fue en Tlatlauquitepec en 2014; otro en Tlacotepec, en el 2015 y otro en enero de este año en Teziutlán.
La Policía Ministerial sigue en la lista con seis decesos (13.9 por ciento), que en su totalidad fueron responsables miembros del crimen organizado.
Cuatro de los uniformados perecieron en dos balaceras en Ciudad Serdán en 2016; luego, un comandante fue acribillado en el mismo municipio, mientras que una mujer –la única en la lista de muertes- fue asesinada ese mismo año en un presunto asalto en el barrio capitalino de Xanenetla, mientras se encontraba fuera de servicio, por lo que fue catalogado como feminicidio.
Puebla, municipio más letal
De la Policía Federal ha habido tres asesinatos, que representan el 6.9 por ciento del total; ocurrieron en el 2016 y fueron a manos de presuntos criminales dedicados al robo de combustible.
Aunque no eran policías, cabe mencionar que en marzo de este año fueron ejecutados en Atzitzintla tres agentes de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (Fisdai), también por presuntos huachicoleros.
A causa de sus homicidios fue desplegado un fuerte operativo que incluyó a la Gendarmería Nacional, pero mientras se trasladaban a la zona, un elemento que iba en motocicleta murió atropellado por policías estatales.
De acuerdo con los registros, la capital poblana es el municipio más letal para los policías, pues han muerto seis (18.6 por ciento de los 44), además de que el cuerpo del comandante “levantado” en Huehuetlán el fin de semana, fue abandonado en la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, perteneciente a la Angelópolis.
2016, el más trágico
Luego se encuentra Ciudad Serdán, donde fenecieron cinco oficiales, equivalentes al 11.2 por ciento; después Huejotzingo y Tezitulán, con tres difuntos (6.9 por ciento) cada uno.
A ellos les siguen San Andrés Cholula, Yehualtepec, Tlacotepec y Tehuacán, con dos muertos (4.6 por ciento) cada quién, mientras que Atlixco, Amozoc, Tepeaca, Rafael Lara Grajales, Palmar de Bravo, San Miguel Xoxtla, Nicolás Bravo, Xicotepec de Juárez, Tepango, Huauchinango, Esperanza, Tuzuapan, San José Chiapa, Huehuetlán el Grande y Tlaola suman un caso.
Por año, el 2016 fue el más trágico, pues se registraron 16 defunciones de policías, mismos que representan el 37.2 por ciento del total.
Luego se encuentra el 2017, que tras siete meses suma ocho muertes (18.6 por ciento); después el 2015, con siete casos (16.2 por ciento).
En cuarto lugar se ubica el 2014, con seis caídos (13.9 por ciento) y, por último, 2013 y 2012, con tres decesos (6.9 por ciento) cada uno.
