El gobierno federal entregó más de 20 millones de pesos al Banco de Alimentos de Puebla, para que a través de programas sociales de Sedesol, Sagarpa y Sedatu se pueda hacer frente a la carencia de comida en la entidad.
El Banco de Alimentos es dirigido por empresarios e impulsado por la Arquidiócesis de Puebla y la construcción de sus instalaciones, ubicadas en Coronango, tienen un avance del 80 por ciento, por lo que se espera que este liste para agosto, además contó con una inversión de 48 millones de pesos.
Dicho complejo consta de una bodega y un patio de maniobras, distribuidos en 6 mil metros cuadrados donde se acopiará el alimento que se rescata diariamente de autoservicios, comercializadoras, empacadoras, central de abastos, huertos e invernaderos para evitar que se desperdicie, esto con inversiones de la Sedatu y Sagarpa.
Tendrá un área de trabajo social, oficinas administrativas, siete bocas de andenes para carga y descarga, donde trabajarán alrededor de 60 colaboradores permanentes y cerca de 250 voluntarios.
Además, la Sedesol a través del Programa Empleo Temporal se destinaron 8 millones 250 mil pesos para la contratación de 803 personas, quienes se dedicaron a acopiar más alimento.
Beneficiará a 62 mil poblanos
Mientras que el Instituto Nacional de Desarrollo Social otorgó 345 mil pesos para adquirir un vehículo para el transporte diario de alimentos.
Por su parte, la Sagarpa a través del Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria aportó 12 millones de pesos al Banco de Alimentos Puebla, mediante lo cual se beneficiará a 62 mil poblanos de 42 municipios.
Dicha dependencia también capacitará a productores de la entidad que donen alimentos en materia de sanidad con el fin de que los beneficiarios no vayan a padecer enfermedades transmitidas por alimentos.
Es de señalar que el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós, junto con los delegados de la Sedesol y Sagarpa, Juan Manuel Vega Rayet e Hilario Valenzuela Corrales, respectivamente, realizaron un recorrido por dicha obra.
Editado por: Carlos Rodrigo Balcázar Placeres
