En 2015, se documentaron 79 hechos violentos contra mujeres periodistas en 24 estados, el 7.5 por ciento de los mismos fueron reportados en Puebla, convirtiéndolo en el segundo lugar con más casos de acuerdo con la organización civil Cimac.
La organización Comunicación e Información de la Mujer (Cimac), en su informe “El poder del cacicazgo. Violencia contra mujeres periodistas 2014-2015”, indicó que Veracruz y la Ciudad de México fueron las entidades que registraron el mayor número de agresiones en contra de este gremio, con 16.4 por ciento cada una.
Por su parte, Puebla y Colima ocuparon el segundo y tercer lugar con 7.5 y 6.3 por ciento, respectivamente.
El Estado de México, Sonora y Guanajuato registraron 5 por ciento, respectivamente; Guerrero, Michoacán, Morelos y Querétaro sumaron 4 por ciento cada una; Zacatecas, Jalisco y Oaxaca tuvieron 2.5 por ciento; y San Luis Potosí, Chiapas, Nuevo León, Chihuahua, Sinaloa, Campeche, Tabasco, Tamaulipas, Baja California y Durango con 1.2 por ciento.
Violencia a periodistas se extiende
El análisis de Cimac, señaló que con relación a 2014, la violencia contra las periodistas se extendió a 10 entidades más, que fueron: Puebla, Colima, Michoacán, Zacatecas, Jalisco, Chihuahua, Sinaloa, Tabasco, Baja California y Durango; al pasar de 14 a 24 estados en 2015 y tuvo un incremento del 16 por ciento con relación a la violencia.
Añadió que en estos dos últimos años (2014-2015) los consideran los años más violencia contra las periodistas, al presentar un incremento de 70 por ciento en relación a los dos años anteriores, lo que represente, los mayores índices de violencia contra las periodistas en su ejercicio de libertad de expresión desde el 2010.
Recordó que de acuerdo con los datos proporcionados por el Mecanismo de Protección de 2012 a 2016 de los 232 casos de periodistas que ingresaron al mecanismo de protección 82 son mujeres.
Cimac concluyó que el que haya crecido la violencia contra las periodistas en 10 estados, es una clara señal de alarma ante las escasas o nulas condiciones que tienen las periodistas para ejercer su profesión respeto a sus derechos, y las muestra como elementos que se desempeñan en circunstancias de alto riesgo.
