En su primera audiencia ante la justicia guatemalteca, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, se negó a entregarse a las autoridades mexicanas, pues dijo que primero su defensa “revisará” el proceso de extradición, que tomaría hasta un año.
Frente a los tres jueces que encabezaron la audiencia, el exmandatario -quien estuvo prófugo por 6 meses- dijo que “por el momento no puedo allanarme, lo cual no significa que no lo vaya a hacer, pero será la defensoría la que lo analice”.
Esto porque argumento que “esperará” que el gobierno de México envíe a su símil de Guatemala la solicitud formal de extradición, la cual comenzó a tramitar el sábado pasado, en cuanto Duarte de Ochoa fue capturado.
“Ahorita me reservo ese derecho, hasta que llegue la solicitud formal del gobierno mexicano”, expresó el expriista al que se le imputan los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.
En el Quinto Tribunal de sentencia penal, donde se llevó a cabo la audiencia, el exgobernador veracruzano rechazó la asistencia de la embajada de México para presenciar el acto.
Acusado de 53 delitos
Para llegar al sitio, el acusado recorrió en una camioneta blindada y resguardada por policías solo cuatro cuadras, desde el Fuerte San Rafael de Matamoros hasta la Torre de Tribunales.
Al descender del vehículo, decenas de periodistas lo rodearon a fin de obtener una declaración, sin embargo, Duarte de Ochoa no respondió nada.
Ya en la sala del juicio, la Unidad Especializada de Asuntos Internacionales del ministerio Público, leyó al exgobernador cada uno de los 53 delitos que se le imputan.
Asimismo, se le notificó formalmente que está detenido provisionalmente con fines de extradición a solicitud del gobierno de México.
Fuentes: Animal Político/El Financiero/Radio Fórmula/El País
