Un menor de un año falleció en el municipio Cuayuca de Andrade, en el suroeste de Puebla, debido a que en el hospital donde fue llevado no se le aplicó el antídoto para contrarrestar el veneno de picadura de alacrán; esto pese a que contaban con el fármaco.
El tío del infante denunció en entrevista con Cinco Radio, que la madre llevó al pequeño al nosocomio para solicitar ayuda, pero no había galeno alguno, por lo que poco tiempo después murió.
El pretexto es que en el centro médico de la comunidad los encargados no tenían capacitación para suministrarlo, dijo.
Esta no es la primera vez que los pobladores de esta comunidad han manifestado el malestar con los servicios de salud del lugar, ya que consideran que el personal médico es insuficiente y los que están son pasantes que no atienden todo tipo de urgencias.
Este nuevo caso de negligencia se suma a la muerte de una recién nacida en Cuetzalan en 2014, caso por el que la CNDH emitió una recomendación al gobierno de Puebla, misma que no ha sido cumplida.
