El gobierno Togo, país ubicado en el África subsahariana, ha retirado la prohibición que impedía la manifestación en días hábiles; la medida no sólo violaba la libertad de expresión, sino que fue acompañada del aumento de la fuerza policíaca.
Esta semana se levantó la prohibición de manifestarse entre semana, medida que se tomó desde agosto pasado, momento en que la oposición aumentó su presencia en las calles para exigir cambios constitucionales y la liberación de presos políticos.
Desde el pasado mes de agosto, de acuerdo con Amnistía Internacional (AI), se presentaron quemas de edificios, uso de gas lacrimógeno en contra de civiles y disparos, lo que ocasionó la muerte de ocho personas, tan sólo en los meses de agosto y octubre.
En octubre, se vivieron momentos tensos cuando se presentaron manifestaciones exigiendo la liberación del líder Alpha Alhassane, quien apoya al Partido Panafricano, opuesto al presidente Faure Gnassingbé.
Y es que en la actualidad, la oposición busca que se retome la constitución, sólo otorgando la posibilidad de estar en la Presidencia del país hasta por dos períodos de cinco años cada uno, para impedir que el Ejecutivo actual pueda extender su gestión.
Además, la coalición opositora exige que se regrese a las elecciones de segunda vuelta y exige la liberación de presos políticos, en un país donde las acciones gubernamentales han demostrado serias restricciones a la libertad.
En el marco del levantamiento de la prohibición, el Ministro de Seguridad, Damehame Yark, dijo que su país garantiza la libertad de expresión. En tanto, Amnistía Internacional advirtió que, de 2016 a la fecha, el Estado ha hecho un excesivo uso de la fuerza.
AI escribe en su página de internet que “la situación de los derechos humanos en Togo se está deteriorando a un ritmo alarmante”. La preocupación es compartida por la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, que ha dado a conocer su rechazo a la violencia que se ejerce en contra de los manifestantes.