La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han llamado al gobierno hondureño a investigar los casos de agresiones y asesinatos a defensores, pues en este país, más del 90 por ciento de los casos queda impune.
Las dos instancias internacionales afirmaron que la justicia hondureña debe escuchar a los familiares de las víctimas y se cuestiona la secretividad de los expedientes concernientes a atentados en contra de los defensores.
Y es que en el país latinoamericano, según datos de Amnistía Internacional (AI), más del 90 por ciento de los homicidios y agresiones a defensores han quedado impune. Asimismo, en una carta firmada por 180 organizaciones locales e internacionales, se aseveró que del 2012 al año pasado, se han presentado mil 128 ataques y 13 asesinatos.
En dicha correspondencia, las asociaciones brindan su apoyo a la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en suelo hondureño.
El documento establece que, en la actualidad, existe una escalada de represión, criminalización y amenazas contra defensoras de derechos humanos en Honduras y sus organizaciones.
Luego de la muerte de la defensora Berta Cáceres quien fue asesinada en marzo del año pasado, se ha evidenciado que principalmente aquellos defensores que se dedican a la protección del medio ambiente, resultan más vulnerables, así lo expresó el comunicado de CIDH y ONU advirtiendo que el caso de Cáceres es un “dramático ejemplo del contexto de hostigamiento e intimidaciones en el que los defensores de derechos humanos desarrollan su trabajo en Honduras”.
En el informe de la Misión Internacional titulado Justicia para Berta Cáceres, se señaló que “sistemáticas y flagrantes transgresiones al derecho regional e internacional de derechos humanos, incluyendo los derechos de los pueblos indígenas, en el desarrollo de proyectos hidroeléctricos, mineros, forestales y agroindustriales”.
En tanto, la organización Global Witness ha difundido que no hay otro país en el que sea más probable ser asesinado por destacarse como activista medioambiental ya que, desde 2010 120 defensores han sido asesinados.
