De Xitlalic Ceja, Maritza Marín y otros priístas empanizados
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que en el transcurso de los próximos días la diputada federal Xitlalic Ceja García asumirá la coordinación estatal del Movimiento Territorial del PRI, en sustitución de la ex diputada federal Guadalupe Vargas Vargas, quien pretende contender por la presidencia municipal de Xicotepec de Juárez en la Sierra Norte de la entidad.
Xitlalic Ceja es licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana de Puebla, ha sido presidenta del Frente Juvenil Revolucionario y funcionaria en el Instituto Poblano de la Juventud y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En las elecciones federales del 2015 ganó el distrito 6 con cabecera en la capital del estado, por lo que algunos priístas la veían como potencial aspirante a la presidencia municipal de Puebla. Ahora todo parece que será postulada como candidata a diputada local por uno de los siete distritos de la Angelópolis.
Los enterados aseguran que su arribo a la coordinación estatal del Movimiento Territorial se formalizará en el transcurso de los siguientes días.
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Otra diputada priísta que ya debía de haber dejado la dirigencia estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), toda vez que su gestión concluyó el diciembre de 2016, es Maritza Marín Marcelo.
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Algo saben “Los Chuchos”
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que una prueba más de que Rafael Moreno Valle no será el candidato del PRD a la presidencia de la República, será la gran recepción que le hará Nueva Izquierda a Miguel Ángel Mancera el próximo sábado al mediodía en la Exhacienda “Los Ángeles”.
Carlos Martínez Amador, Arturo Loyola, Julián Rendón —tres de los cómplices de Moreno Valle en el PRD, durante su sexenio—, están más que apuntados para apapachar al jefe de gobierno de la Ciudad de México. Estos tres personajes son los mismos que se desvivieron por complacer a Juan Zepeda, el excandidato perredista a la gubernatura del Estado de México.
Todo parece indicar que ya les dieron vía libre para que comiencen a negociar con quien vaya a ser candidato a la presidencia de la República, con el compromiso de que en Puebla tienen que apoyar a Martha Erika Alonso para intentar continuar con el proyecto en el estado y así mantener el control de su principal coto político.
Los perredistas saben que viven en una crisis que no esperaban y lo que buscarán es tener candidaturas plurinominales y tal vez alguna alcaldía, en un municipio pequeño, ya que por el momento no les alcanza para más.
Habrá que ver si Mancera les cree en la fidelidad, o solo les da el avión, pues ellos cada vez representan menos votos. Ser aliados del morenovallista será un costo que tendrán que pagar.
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El día que RMV traicionó por igual al PVEM, al PAN, al PRI y a Carlos Joaquín González
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que el mayor problema que enfrenta Rafael Moreno Valle Rosas en la coyuntura de la elección del candidato presidencial del PAN es que ha buscado hacer acuerdos con sus contrincantes: Ricardo Anaya Cortés y Margarita Zavala Gómez del Campo, y los dos se han negado a pactar con el ex gobernador de Puebla por la fama que le persigue de no respetar lo convenido y traicionar a sus aliados políticos. Esa condición se la ganó por la larga lista de deslealtades en que se vio envuelto en el proceso electoral de Quintana Roo, del año 2016.
El episodio de Quintana Roo permitió a Anaya y Zavala conocer el frío pragmatismo, las constantes traiciones y las intrigas que utiliza Moreno Valle para proteger sus intereses personales. El ex mandatario quedó exhibido como un personaje cuyas prioridades no es hacer ganar el PAN, sino solamente obtener beneficios políticos personales. Y es que aunque parezca poco creíble, el ex gobernador de Puebla estuvo a punto de provocar la derrota electoral del blanquiazul en esa entidad.
La historia de lo ocurrido en Quintana Roo es la siguiente:
Rafael Moreno Valle Rosas el año pasado fue visto como el principal artífice del triunfo electoral del PAN en Quintana Roo, en donde el blanquiazul postuló al ex priista Carlos Joaquín González como candidato a gobernador mediante una coalición formada por el PRD y el blanquiazul.
El ex mandatario de Puebla fue quien logró convencer a Carlos Joaquín –quien fue subsecretario de Turismo en el gobierno de Enrique Peña Nieto y diputado federal del tricolor– que aceptara ingresar a las filas de Acción Nacional, luego de que el Partido Revolucionario le cerró las puertas.
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Los sometidos de AMLO en Puebla
Alejandro Mondragón en su columna Al portador, publicada en Status Puebla, señala que vaya fatalidad para los personajes poblanos y estados circunvecinos que buscan afanosamente la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla en el 2018.
La decisión no está en sus manos. Ni remotamente pueden construir su circunstancia, como dictan los cánones de la política.
Su destino depende de la voluntad de un solo hombre. De su estado de ánimo. De cómo despertó. De si algo le cayó mal en la noche. Del dedazo de Andrés Manuel López Obrador.
En este escenario no hay cabida al desempeño, lealtad, compromiso, posicionamiento político, construcción de acuerdos y alianzas, estructura o recursos.
A López Obrador sólo le importa lo que diga su dedito.
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El doble discurso de Ochoa Reza
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que los priistas poblanos que se reunieron con Enrique Ochoa Reza apenas la semana pasada, recibieron de su líder partidista un discurso salpicado de mentiras.
Es falso que al interior del tricolor exista piso parejo y condiciones de equidad para quienes buscan competir por la candidatura al gobierno del estado en el 2018.
Un hecho en el que fue protagonista el presidente del CEN Revolucionario lo desenmascara.
Sucedió en Campeche, en el marco de la sexta reunión plenaria de la Conferencia Nacional de Legisladores Locales Priistas (ConalPRI), que se llevó a cabo el pasado 26 de abril.
Además de los diputados de ese partido que representaban a los congresos de las distintas entidades federativas del país, acudieron, como es costumbre, personajes de alta influencia en el gabiente del también priista, Enrique Peña Nieto.
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