PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Mexico

Tláhuac, el dolor del ‘Peje’

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Persoanla, publicada en El Financiero, señala que a lo largo de toda la semana pasada, la preocupación de los asesores de Andrés Manuel López Obrador era en qué momento la investigación de narcopolítica en la delegación Tláhuac, encabezada por Rigoberto Salgado, connotado miembro de su partido, Morena, empezaría a salpicarlo. La puerta de entrada se encuentra en Tlalpan, a donde se extienden líneas de investigación federales ante la sospecha de que dinero de procedencia ilícita que piensan financió la campaña de Salgado, también se inyectó en contiendas como la de Claudia Sheinbaum, a quien López Obrador impulsa como candidata al Gobierno de la Ciudad de México. ¿Será Tláhuac el principio de una campaña de descrédito contra López Obrador, en 2018? El tabasqueño ha probado ser inmune a todo tipo de ataques, pero su teflón en algo tan profundo como narcodinero en su partido y en sus campañas, de probarlo la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, ¿podría mantenerlo inmune?

Salgado está políticamente liquidado. Tras su comparecencia en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, no pudo desmentir las imputaciones que se le hicieron salvo asegurar, contra documentos que le mostraron los diputados, que no tenía vinculación con la delincuencia en Tláhuac, donde hace tres semanas un comando de la Marina acabó con la vida del líder del narcomenudeo en el sur de la capital federal, con vinculaciones al Cártel del Pacífico, Felipe de Jesús Pérez Luna. Para Morena se volvió una pieza desechable, donde lo importante es cómo su caso no contamina a Morena y al grupo compacto de López Obrador.

Tláhuac es la bomba de tiempo para Morena. No se volvió un foco rojo de seguridad en los últimos años, ni tampoco emergió como zona de narcomenudeo de manera reciente. Desde los 70, Tláhuac y un área del mexiquense Neza, en la zona conurbada al oriente de la Ciudad de México, era donde se adquirían drogas. En aquél entonces era mariguana, y con el paso del tiempo se fue ampliando la oferta a cocaína y drogas sintéticas. A las ‘tienditas’ y los raves acudían los fines de semana de todas partes de la Ciudad de México todos los grupos socioeconómicos a adquirir sus drogas. Es imposible que Salgado no conociera del tema de tiempo atrás, al haber sido dos veces responsable de la seguridad pública en Tláhuac antes de llegar a delegado. Sus omisiones o comisiones –ya lo determinarán las investigaciones–, le va a provocar la caída política y, eventualmente, hasta la libertad.

Su caso se extiende, cuando menos en el campo de las investigaciones, hasta otras delegaciones morenistas, como Tlalpan, que encabeza la señora Sheinbaum, en cuanto a si dinero criminal fue inyectado a sus campañas. López Obrador ha sido enfático al hablar sobre Tláhuac, para deslindar claramente a Salgado de Morena. No defiende al delegado, busca blindar al partido. Nunca antes había estado tan cerca de ser vinculado él, sus cercanos y su partido, a grupos criminales. Lo más cercano a lo que estuvo expuesto fue en el caso de José Luis Abarca, alcalde de Iguala cuando la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, a quien había apoyado. La prensa ha documentado cómo en la campaña de Abarca le dijeron en Iguala sobre las acusaciones de haber ordenado asesinatos, López Obrador los desoyó. Esa actitud, no querer escuchar para no saber, lo ha marcado en el pasado.

Cuando en la campaña para el Gobierno de la Ciudad de México, la entonces presidenta del PRD, Rosario Robles, le dijo que había conseguido que un empresario financiara al partido, López Obrador le respondió que lo arreglara ella, pero que él no quería saber nada de eso. Ese empresario era el argentino Carlos Ahumada, que a cambio de ser mecenas de los perredistas e inyectar recursos a sus campañas, incluida la de López Obrador, recibió contratos de obra pública en diversas delegaciones, como Tláhuac.

Aquí la columna completa

Sobre los grupos privilegiados en México

Leo Zuckermann en su columna Juegos del poder, publicada en Excélsior, indica que en México hay muchos grupos que se organizan y movilizan recursos para proteger y aumentar sus privilegios. Los ejemplos son múltiples. Algunos empresarios que exigen, y a veces obtienen, regulaciones que favorecen prácticas monopólicas. Algunos maestros de cierta central sindical que solicitan, y a veces obtienen, mejores compensaciones sin comprometerse a mejorar la educación. Campesinos organizados que piden, y a veces obtienen, más subsidios públicos para sus productos. Burócratas que demandan, y a veces obtienen, exenciones fiscales a sus percepciones extraordinarias.

El fenómeno es común y corriente en todas las democracias. Se le conoce como “búsqueda de rentas”. Un grupo social es más propenso a participar políticamente en la medida en que pueda obtener mayores beneficios netos. Se organizan para presionar a los representantes populares, quienes son muy sensibles a las demandas de los grupos con capacidad de movilizar votos y dinero. Como la mayoría de la población no le presta mucha atención a lo que hacen sus representantes, éstos pueden beneficiar intereses particulares con disposiciones jurídicas y partidas presupuestales. De esta forma, las decisiones de los órganos públicos producen políticas públicas que concentran los beneficios en unos pocos y que dispersan sus costos en todos los contribuyentes.

Los grupos de interés movilizan diversos recursos para presionar a los gobernantes. Los grandes empresarios ejercen el poder del dinero financiando carreras políticas. Campesinos cierran carreteras o toman edificios públicos. Los maestros se manifiestan paralizando ciudades. Los sindicatos suspenden las actividades laborales de sus agremiados. La presión al Estado se da por muchos métodos. Es común que se ceda y otorguen los beneficios privados en detrimento del interés público.

Los líderes de los grupos de interés suelen ser los más beneficiados. Reciben aún más privilegios que sus bases. Es común que los partidos los adopten y los conviertan en diputados y senadores, sobre todo aquellos que movilizan votos. A otros se les otorgan jugosas concesiones gubernamentales que les permiten vivir plácidamente toda su vida.

La acumulación de organizaciones buscadoras de rentas afecta el crecimiento económico. Así lo ha demostrado empíricamente el economista Mancur Olson en su libro The Rise and Decline of Nations. Olson argumenta que las “coaliciones distributivas” hacen que los recursos se utilicen para financiar actividades de cartel y de cabildeo en lugar de dedicarse a tareas productivas. Esta distracción de recursos afecta la eficiencia económica. Además, como las coaliciones defienden sus rentas con todo lo que está a su alcance, se limita la capacidad de la sociedad para adoptar nuevas tecnologías o reasignar recursos para enfrentar situaciones cambiantes. La conclusión es contundente: “a mayor acumulación de coaliciones distributivas, menor la tasa de crecimiento de un país”.

Aquí la columna completa

Historia de ‘El Ojos’; ¡era amigo de ‘Rigo’ Salgado!

Ricardo Alemán en su columna Itinerario Poliítico, publicada en Milenio, señala que el portal www.letraroja entrevistó a uno de los amigos de Felipe de Jesús Pérez, alias El Ojos. Revela que era amigo de Rigoberto Salgado desde hace 13 años, que la delegación de Tláhuac lo protegía y que Felipe tenía comprada a la policía.

Aquí un extracto de la historia.

“Este hombre era amigo de El Ojos desde los 17 años. Nos cuenta la cercanía, nos enseña fotos, nos da pruebas y nos promete acercarnos con personas de su familia.

“Cuando era chavo era buena persona, era el mayor de siete hermanos, tres mujeres y cuatro hombres”… así inicia la conversación en una casa de la colonia La Conchita. Dos vasos de agua en la mesa, no hay grabadoras, no hay fotos. La verdad es que a pesar de todo, la cosa está muy caliente y la fuente teme que lo maten.

“Lo digo porque sé quién es quién, y cualquier cosa que no esté bien dicha o que sea muy familiar, se van a dar cuenta quién soy.

Aquí la columna completa

El cerrajero del PRI

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, indica que dos lecturas al interior del priísmo desataron las declaraciones del dirigente del partido, Enrique Ochoa Reza, en la entrevista que concedió al EL UNIVERSAL, aquella de “creo que el tiempo de los candados ya pasó”, por las posibles modificaciones a los estatutos para la elegibilidad del candidato presidencial para 2018. La primera lectura, entre distinguidos militantes, nos dicen, va por el sentido de que don Enrique está sondeando a los delegados a la 22 Asamblea Nacional y, por supuesto, la vieron con cierto agrado en la medida que el PRI estará en posibilidades de ampliar la bajara de aspirantes a la nominación —principalmente por el candado de los 10 años de militancia—. La segunda, nos explican, no fue bien vista por un sector, el de los duros, bajo el argumento de que el tricolor tiene cuadros suficientemente fuertes como para abrir el paso a los externos. En cualquier de los casos y bandos, se preguntan si Ochoa Reza tuvo línea desde Los Pinos o se fue por la libre para ventilar el tema de los candados. ¿Quién será el cerrajero del partido?

Los intelectuales y la economía

Pero no todos están interesados en si los candados del PRI se abren o permanecen cerrados. Los miembros de El Colegio Nacional se reunieron ayer con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y no se habló de candados, sino de economía. Nos dicen que los intelectuales pidieron conocer de viva voz de don José Antonio la situación económica que prevalece en el país. Nos comentan que al encuentro asistió Miguel León Portilla, uno de los decanos de esta institución, quien dijo que El Colegio debe mantener una relación permanente con quienes tienen la responsabilidad de encaminar el rumbo del país. Asistentes aseguran que Meade se abrió ante este grupo de miembros de El Colegio, entre quienes estuvieron Enrique Krauze, José Ramón Cossío Díaz, Julio Frenk Mora, Javier Garcíadiego, José Antonio de la Peña, María Elena Medina-Mora, Mario Molina, José Sarukhán, Juan Villoro y Vicente Quirarte.

Aquí la columna completa

La columna Trascendió, publicada en Milenio, señala que a propósito del caso de información alterada en CompraNet, en el que está señalado un funcionario de la Secretaría de Educación Pública, hay que recordar que en febrero pasado, al presentar el informe de la revisión de la Cuenta Pública 2015, la Auditoría Superior de la Federación detectó que son frecuentes los errores de captura en esa plataforma, a cargo del área que encabeza Javier Vargas Zempoaltécatl, subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas de la Función Pública.

En esa oportunidad la ASF consideró que no es una herramienta confiable e incluso recomendó capacitar mejor al personal que la opera.

Que el próximo mes el presidente Enrique Peña Nieto viajará a Asia para asistir como invitado especial a la reunión del BRICS, bloque formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

El encuentro será en Xiamen, China, del 3 al 5 de septiembre, y es importante resaltar que para entonces ya se conocerán los resultados de la primera ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Que respecto a la propuesta de verificar las motocicletas, en el Gobierno de Ciudad de México aseguran que no es una decisión tomada y que esa determinación tendrá que recaer en la Comisión Ambiental de la Megalópolis, que incluye a la propia capital, Estado de México, Puebla, Morelos, Hidalgo y Tlaxcala.

Aquí la columna completa

incendios forestales