Columnistas-AlbertoHidalgoMontes

Resulta casi imposible el no entender que existe una relación real entre la demanda de drogas ilícitas en Estados Unidos y la crisis de seguridad que vive México que, aunque no es las 100 por ciento si en una gran parte, incluso en días pasados William H. Duncan, encargado de negocios en la embajada de Estados Unidos de América en México reconoció que la demanda de drogas de Estados Unidos afecta los índices de violencia y delincuencia en México en la inauguración de la Primera Reunión Nacional de Academias de Seguridad Pública e Institutos de Formación Policial organizada por la Secretaría de Gobernación y la Embajada de Estados Unidos en México.

Aunque los problemas de la Inseguridad son multifactoriales, es piedra angular la labor policial, y es aquí donde nos vemos debilitados y lo anterior es debido a que, desde el año 2006, la Organización de las Naciones Unidas fijó como estándar mínimo internacional 2.8 agentes policiales por cada millar de habitantes y se le daba a los Estados, la capacidad de generar su propio estándar basado en número de habitantes, índice delictual, entre otros factores, sin embargo la federación fijó el estándar en 1.8 elementos por cada mil habitantes, la razón más obvia de esta disminución son obviamente presupuestales, ya que no sólo son los gastos de sueldos sino hay que contar la posterior manutención, equipamiento y gastos en salud de los elementos en activo y los que se vayan sumando. No obstante, la realidad es que se cuenta en el país con tan sólo 0.9 elementos por cada mil habitantes.

Para entenderlo de otra forma, el 3.25 por ciento de la población en México pertenece a cuerpos policiales (el cual ya es un número bajo), sin embargo, el 1.37 por ciento realizan tareas operativas, lo que quiere decir que por cada elemento operativo hay casi dos elementos administrativos. De este universo el 8 por ciento pertenecen a corporaciones de orden federal y el 92 por ciento restante se reparte entre policías estatales y municipales.

Es cierto que se necesita incrementar la calidad de los elementos policiales, pero hoy en día también se vuelve necesario alcanzar por lo menos, el estándar mínimo fijado por el gobierno mexicano y eso costará dinero y tiempo ya que para formar policías preventivos tienen que capacitarse con un programa estandarizado mínimo de 972 horas (6 meses) si todas las academias del país trabajaran sin parar, tardaríamos 5 años para alcanzar dicho estándar. ¿Imposible? No ¿Complicado? Mucho, cuando a nuestras autoridades les dan prioridad a otros temas más “populistas” por utilizar un término en boga.

Con estos números queda patente que las policías locales, es decir municipales y estatales son realmente las que tienen que fortalecerse, ya que son ellas las que tienen en casi la totalidad de las circunstancias el contacto con el ciudadano, ya sea en su carácter de ofendido o víctima. Es aquí donde se vuelve imperativo el mejorar la calidad de la labor policial, pero también es igual de importante cambiar el modelo de administración policial a uno de “Gestión por Resultados”, en el cual donde los mandos sean o no operativos si no funcionan sean removidos porque de nada sirve capacitar al personal de línea con conocimientos y herramientas de punta si quien toma las decisiones no se encuentra preparada, actualizada o sin la experiencia necesaria para administrar un servicio tan importante como el de la seguridad porque estimado lector, créalo o no, no toda la culpa es de los elementos operativos.

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Experto en el tema de seguridad y pandillas.