Este viernes, el presidente Enrique Peña Nieto recibió la renuncia del ahora exsecretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña y nombró en su lugar a José Antonio González Anaya, que fungía como director general de Pemex.
Dicho movimiento dentro de su gabinete obedece a que Meade Kuribreña aspira a la presidencia de la República, cargo que busca alcanzar siendo el abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a pesar de no ser militante.
Durante su intervención, Peña Nieto reconoció al ahora extitular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) como “un hombre de bien y con vocación de servicio”.
Además, agradeció su entrega y compromiso en el cargo desempeñado, para finalmente desearle suerte “en el proyecto que ha decidido emprender”.
Sin embargo, antes de rendir protesta a los nuevos funcionarios, dijo que les desea suerte a quienes nombraría como titulares así como a quienes dejan la cancillería, refiriéndose a exsecretario de Hacienda, para luego corregir al señalar que también había abandonado dicho cargo –canciller—, así como también salió de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Al respecto, indicó que su pifia quedaría para “la nota”, aunque subrayó que todos los puestos que ocupó Meade Kuribreña los desempeñó “con entrega y responsabilidad”.
Es de señalar que en 2016 fue nombrado secretario de Hacienda en reemplazo de Luis Videgaray Caso, aunque antes se había desempeñado como canciller mexicano y luego estuvo al frente de la Sedesol.
El ahora titular de la SHCP también estuvo al frente del IMSS y fue director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), este último cargo lo tuvo que abandonar, por lo que su lugar ahora es ocupado por Carlos Alberto Treviño Medina, quien era director corporativo de la empresa productiva del Estado.
Peña Nieto se encargó de tomarles protesta a ambos nuevos funcionarios, a quienes les deseo éxito en sus nuevos puestos.
