En su discurso ante el Senado, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, señaló que para “ganar, ganar, ganar” en la “modernización” del Tlcan, como ha sostenido el presidente Enrique Peña Nieto, los países deben mejorar los salarios y condiciones laborales.
Durante su alocución, que duró unos treinta minutos, el mandatario canadiense aseveró que Estados Unidos, México y su país enfrentan el reto de alcanzar “normas laborales progresistas” que aseguren que “se modernice el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan)” y que “recuperemos así un mundo libre y justo”
“Estándares laborales progresivos son la forma de asegurarnos que un Tlcan modernizado no solo fortalezca un comercio libre y justo, sino que también disfrute de un apoyo popular duradero”, aseveró.
Asimismo, se pronunció a favor del impulso internacional a los derechos de las mujeres y los niños y agradeció a México su apoyo para incluir un capítulo dedicado al tema de la equidad de género el Tratado.
Sin embargo, el punto más aplaudido de su mensaje fue cuando mencionó la siguiente frase de Benito Juárez: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al Derecho ajeno es la paz”.
Mensaje recuerda críticas hacia México
Los comentarios de Trudeau sobre la modernización del Tlcan vinieron al citar la reiterada frase del Ejecutivo mexicano, reproducida por los funcionarios y delegados federales durante las rondas de negociación de dicho acuerdo comercial, ante las demandas de los representantes estadunidenses y canadienses.
Entre estas últimas, se destacó la del sindicato canadiense Unifor, que aseveró que el Tlcan debía cancelarse si el gobierno mexicano no se compromete a mejorar los salarios de los trabajadores; ante tal exigencia, empresarios y políticos mexicanos argumentaron que los salarios y derechos laborales son aspectos que cada país resuelve internamente.
Cabe recordar que, este 12 de octubre, Peña Nieto recibió en Palacio Nacional a Trudeau, en su primera visita oficial a México; ambos acordaron “fortalecer” relaciones comerciales, aunque no se refirieron a una alternativa al Tlcan.