La cifra de muertos por el sismo de este 19 de septiembre subió a 279 en Puebla, Ciudad de México, Morelos, Estado de México, Guerrero y Oaxaca; pese a que, por orden presidencial, el rescate de sobrevivientes es prioridad, en Morelos y Puebla acusan falta de apoyo.
De acuerdo con la última actualización de los datos del Servicio Nacional de Protección Civil, hasta este jueves, las autoridades estatales confirmaron 43 fallecidos en Puebla, 137 en la Ciudad de México, 13 en el Estado de México, seis en Guerrero, y uno en Oaxaca.
En la capital del país, se reportan al menos mil 900 personas lesionadas y 50 sacadas con vida de entre los escombros; asimismo, continúan las labores de rescate en los 38 edificios derrumbados por el movimiento telúrico, con la colaboración de elementos de la Marina, el Ejército, Topos, civiles y voluntarios internacionales.
Por su parte, en Morelos, donde la Secretaría de Gobernación (Segob), declaró emergencia en 33 municipios del estado, el gobierno estatal reporta una cifra preliminar de 292 hospitalizados, 200 sitios culturales con daños y más de 300 viviendas colapsadas.
En Jojutla, no hay edificio sin daños, afirman
Tan sólo en el municipio de Jojutla, hay 19 fallecidos y las autoridades locales afirman que no hay edificio sin daños, además de que los ciudadanos acusan que no hay agua, los víveres escasean y faltan rescatistas para buscar sobrevivientes en los escombros.
Lo anterior, pese a que el gobernador de esta entidad, Graco Ramírez Garrido, ha indicado que la fase de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto va a comenzar.
En Puebla, reportes ciudadanos han denunciado que persiste la falta de ayuda y organización gubernamental en los municipios de Atzala, Chiautla, Chietla, Izúcar de Matamoros y Metepec.
Por ejemplo, en San Francisco Xochiteopan, municipio de Atzitzihuacan, se ha señalador que más de 80 por ciento de las casas colapsaron o tienen daños estructurales.
Asimismo, el municipio guerrerense de Atenango del Río, autoridades reportan una devastación sin precedentes, con más de 400 viviendas dañadas, de las cuales, 50 colapsaron.
Editado por Luis Alberto Palacios