El gobernador Antonio Gali Fayad dio a conocer que, tras el sismo de 7.1 grados del martes, en la entidad se han contabilizado mil 700 casas con daños tan graves que ya son inhabitables, por lo que deberán ser demolidas y reconstruidas en su totalidad.
Lo anterior, durante un recorrido de recuento de daños en el municipio de Atzala –uno de los más afectados— donde detalló que “dichas viviendas, muchas de adobe, tendrán que ser reconstruidas”.
Mencionó que el recorrido se hace en coordinación con Protección Civil Federal, Protección Civil del Estado, para ver cuáles viviendas están en condiciones y moradores puedan regresar a las mismas y cuáles necesitan una demolición.
Reiteró que las viviendas con más daños son de abobe y por ello para la reconstrucción de las mismas se harán de tabique.
Aseguró que una de las prioridades es reconocer le número de casas e inmuebles dañados para poder realizar la respectiva gestión al Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).
Además, comentó que la Secretaría de Cultura federal envió un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para las labores de revisión de los inmuebles religiosos en Puebla.
