Familiares de una joven con anorexia y que se encuentra delicada acusaron al Issstep de no hacer válido un convenio de subrogación con un hospital en la Ciudad de México, donde por su internación se ha generado una deuda alta.
Gerardo Pérez Muñoz, activista y padre de la adolescente de 21 años, señaló que ella se encuentra desde el 29 de julio en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, al cual tuvo que llevarla por su estado de gravedad, porque en el Instituto de Seguridad Social y Servicios para Trabajadores del Estado (Issstep) no supieron cómo tratar su caso desde 2013.
Señaló que en el hospital del gobierno estatal sólo la citaban cada tres meses –por las interconsultas– a su hija, “lo cual no sirvió ni evitó que su problema se fuera complicando, le decían que comiera y era todo, cuando en realidad necesita además de un tratamiento médico, psicológico y nutricional”.
Explicó que la joven padece un trastorno de la alimentación, que constató en su resumen médico la doctora Emma Ixchel González Bravo, pero sin darle el tratamiento médico y psicológico que requería, aunado a que en el Issstep carece de un área para tratar a ese tipo de pacientes.
Puntualizó que la madre es derechohabiente del instituto por laborar en el gobierno estatal y que desde el 25 de julio la joven fue ingresada al Hospital General de Teziutlán, ya que se encontraba con ella de vacaciones.
“Si le detectaron el trastorno de alimentación desde 2013-2014, por qué no le dieron el tratamiento adecuado; la respuesta es sencilla: porque no tienen el equipo médico interdisciplinario y trabajar todos los días con ese tipo de pacientes (…) estuvo internada un par de días a mediados de 2014 en el Issstep y la dieron de alta sin un tratamiento adecuado”.
Hacen caso omiso, acusa
Pérez Muñoz acusó que Elizabeth Ann Valdivieso y Antonio Fernández Cortés, subdirectora médica y director del Hospital de Especialidades del Issstep, así como el subdirector médico del instituto, Miguel Ángel García Martínez, hacen caso omiso cuando se quiere hacer válido el convenio con el instituto “Salvador Zubirán”.
Lo anterior, porque los directivos argumentan que no se cumplió con el protocolo establecido; no obstante “que en las anteriores ocasiones que fue tratada en el Issstep, nunca le dieron la atención debida y por su gravedad tenía que ir a un hospital que tuviera experiencia en casos de anorexia y bulimia”.
Indicó que a pesar de entregar resúmenes médicos, uno del instituto de nutrición, donde se consta el agravamiento de la paciente, quien tiene problemas con un riñón y su intestino, el Issstep no quiere hacer válido el convenio y, así, se cubran los gastos médicos, que tan sólo por un día de estancia le cobran mil 600 pesos, más medicamentos y alimentación.
“El Issstep tiene en sus archivos clínicos la nota medica de la doctora Gabriela Holguín, la que deberían leer muy bien (…) Que lean también quién suscribe la nota médica del Instituto Nacional de Nutrición, no es ningún pasante, es el doctor Jasso, residente encargado del sector VIII de Hospitalización”.
Señaló que interpondrá una queja por negligencia médica ante la Comisión Estatal de Arbitraje Médico (Cesamed), además, exigió que apliquen tratamientos integrales en los hospitales de Puebla para los casos de anorexia, “ya que no existen y se viola el artículo cuarto de la Ley Estatal de Salud”, así como se invierta en campañas preventivas.
Agregó que también buscó a Marcela Hernández Charolet, supervisora médica del hospital de especialidades del Issstep, quien trató el asunto con García Martínez, pero este último ratificó que no habría el apoyo, aunque tampoco la contestación se dio por escrito.
Pérez Muñoz dijo que a más de un mes que su hija se encuentra internada en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, su estado ha mejorado, pero es “por el tratamiento integral que el Issstep nunca le dio”.
De acuerdo a la información recabada, cada año hay de 20 a 25 mil nuevos casos de anorexia, sin embargo, muchas veces no se le da esa clasificación, aunado a que en las instituciones públicas de salud no se tiene la capacidad médica para atenderlos por la falta de presupuesto público.
En Puebla, prácticamente ningún hospital público tiene un tratamiento integral para este trastorno alimenticio, que de acuerdo a especialistas en el tema requiere una internación de dos a tres meses, donde el paciente debe ser atendido por un endocrinólogo, nutriólogo, psicológo, internista, cardiólogo, nefrólogo, entre otros, debido a que los metabolismos de los pacientes están trastornados y se deben regular nuevamente, lo cual no sucede en una semana.
Finalmente, el 90 por ciento de los casos de anorexia afecta a las mujeres, en su mayoría con edades de entre 12 a 22 años de edad. En tanto, el último diagnóstico de casos de anorexia en el país fue hecho en 2012 con la Encuesta Nacional de Salud y ni siquiera fue por estado, por lo que es un tema de salud pública al que no se le ha dado la suficiente importancia.
