En Barcelona, España, sujetos a bordo de una furgoneta blanca atropellaron a una multitud de peatones, lo que dejó al menos 13 muertos y 100 heridos; la policía local detuvo a dos sospechosos, en tanto que la organización terrorista ISIS reivindicó el atentado.
De acuerdo con las primeras versiones, los agresores circulaban por el centro de dicha ciudad, cuando, al llegar a la plaza Catalunya, embistieron con su vehículo a quienes caminaban por el famoso paseo de La Rambla, hasta llegar al teatro de Liceu, unos 500 metros más adelante.
Protección Civil de Cataluña –provincia de la que Barcelona es capital– detalló que 15 de los lesionados se encuentran “graves” y habilitó líneas de atención telefónica para quienes busquen a familiares; además, descartó los rumores de que dos presuntos terroristas se habían atrincherado en un bar tomando rehenes.
Pese que a que no hay una lista oficial de los fallecidos, medios europeos han difundido que, entre estos, hay ciudadanos alemanes, belgas y griegos.
En cuanto a los detenidos, uno permanece desconocido y el otro fue identificado en un primer momento como Driss Oukabir, originario de Marruecos, pues una credencial con este nombre se encontró en la camioneta del atentado y fue usada para rentar esta; sin embargo, trascendió que un joven acudió a las autoridades catalanas para aclarar que él es dicha persona y que sus papales fueron robados.
El Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) adjudicó la autoría del ataque a “soldados” suyos a través de un comunicado trasmitido por su agencia de propaganda, Amaq.