El PRD en México y Puebla está en una encrucijada porque le falta una base social. En el país, la corriente de Nueva Izquierda (NI), conocida como la de “Los Chuchos” y en el estado, la del Frente de Izquierdas Progresistas (FIP), que están al frente de las dirigencias, respectivamente, se han olvidado de los militantes.
Las declaraciones del líder del FIP y senador perredista, Miguel Barbosa Huerta, donde respaldó a Andrés Manuel López Obrador, ocasionarán el éxodo de perredistas a Morena.
El partido que dirige el tabasqueño ya abrió sus puertas a militantes de otros partidos, pero evitando que se apropien del mismo, pues son políticos tradicionales a quienes, en su mayoría, no les interesa el bienestar ciudadano, sino cargos en el poder.
López Obrador podría estar dispuesto a una alianza con el PRD, siempre y cuando no haya condicionamientos políticos que impidan los cambios a partir del 2018. Y lamentablemente, ello no parece así, pues además de los puestos de elección popular muchos dirigentes del sol azteca quieren decidir sobre el partido, lo cual se suma a los problemas de organización y dirección que de por sí existen en Morena.
Este año toca la renovación de los comités nacional y estatal de dicho partido y dichos procesos deberían servir para sacudirlo y refundarlo, pero se ve difícil por los intereses de los líderes de las diferentes corrientes, como lo señaló varias veces su exdirigente nacional Agustín Basave.
Preocupación por la cultura en Puebla
Activistas y promotores culturales de Puebla andan preocupados porque después de la extinción del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Cecap) y la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Puebla para la creación de la Secretaría de Cultura y Turismo, aún no se tiene el organigrama ni el plan de trabajo de la dependencia.
En su página web, ya se señala su nombre como “Secretaría de Cultura y Turismo” pero todos los enlaces se refieren a turismo, por ejemplo, la misión y visión de la misma.
Además, la redacción del decreto por el que se reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Puebla para la creación de la nueva dependencia estatal está mal hecha porque convierte a la cultura en un producto del espectáculo. Además de que la cultura está totalmente supeditada al turismo, cuando son actividades muy diferentes.
A cargo de quién está la coordinación de Estudios y de Proyectos Legislativos del Congreso local para que se le llame la atención por dicha redacción, pues en ninguna parte profundiza en la importancia de la cultura para la sociedad, como lo establece la Declaración de Friburgo.
En esta declaración señala que las personas tienen derecho a elegir y a que se respete su identidad cultural, en la diversidad de sus modos de expresión. “Este derecho se ejerce, en especial, en conexión con la libertad de pensamiento, conciencia, religión, opinión y de expresión”.
