En el marco de la Asamblea Nacional Popular, el presidente chino Xi Jinping, expresó que su país debe construir un “gran muro de hierro” alrededor del área de Xinjiang, en alusión a la fortaleza que debe mostrar su gobierno ante el conflicto étnico.
La provincia de Xinjiang, “se enfrenta a asuntos especiales” por lo que China deberá hacer uso de sus capacidades para asegurar y proteger la unidad nacional” dijo el presidente, quien además reconoció que la zona es una barrera de seguridad en donde debe persistir la solidaridad étnica.
En las últimas semanas, Xinjiang, la región autónoma con mayoría étnica uigur de habla turca y perteneciente al Islam, ha experimentado un incremento de la violencia además de una oleada de medidas restrictivas por parte de las autoridades a su libertad de credo, tránsito y asociación.
Luego de un ataque registrado en 2015, el gobierno incrementó sus políticas de hostilidad respecto a la sociedad uigur, a quienes responsabilizó de llevar a cabo el incidente y mantener conexiones con grupos terroristas reconocidos a nivel global.
Detenciones masivas indiscriminadas
Por lo que el gobierno, diseñó programas contra terrorismo que de acuerdo con Amnistía Internacional: “han practicado detenciones masivas e indiscriminadas y se han encarcelado a centenares de personas, tras juicios que no reúnen las mínimas garantías para los acusados”.
En julio de 2016 la organización internacional antes mencionada reportó que 248 activistas y abogados defensores de derechos humanos han sido acusados de sabotear el poder del Estado chino.
La provincia ubicada al occidente del territorio chino, ha sufrido de la imposición del mandarín en las escuelas, restricciones de viaje al extranjero, contracción del matrimonio interreligioso así como la penalización o cese de puestos laborales en el aparato burocrático en caso de llevar a cabo expresiones religiosas del Islam como el ayuno durante el mes de Ramadán.
Lo anterior ha sido desmentido por Hua Chunying, vocero del Ministerio del Exterior quien externo: “los uigur son una de las 56 minorías étnicas en China, más de 10 millones de ellos viven felices y pacíficamente”.
Sin embargo, tras un ataque de hombres armados con cuchillos, quienes dieron muerte a cinco personas e hirieron a un número igual, el gobierno chino ha decidido privar a los uigur de sus pasaportes y ha obligado a los conductores a instalar mecanismos GPS en sus automóviles con el fin de vigilar sus desplazamientos.
Las restricciones a la comunidad uigur no son nuevas, se remontan a la década de los sesentas, época en la que se calcula que más de 60 mil abandonaron la provincia china debido a las hostilidades del gobierno. Fue en 1992 cuando se formaron comités para acordar la exigencia de mayores derechos civiles y políticos que se evidenció la hostilidad de la gestión central china para con la minoría.
Cabe destacar que el territorio de Xinjiang posee además un tercio de las reservas de gas y petróleo además de minerales del país, asimismo, produce el 60 por ciento de algodón a nivel nacional.