Primera parte
Por negarse a dar “mordidas” y denunciar actos de corrupción de Vicente Palacios Samayoa, líder sindical del Servicio Postal en Puebla, en el último mes fueron despedidos al menos 50 carteros, quienes exigen ser reinstalados o liquidados conforme a la ley.
Dos de los inconformes acusaron que se les separó del cargo de manera injustificada, por lo que atribuyen el despido a una “represalia” del líder sindical, quien “intimida, acosa y extorsiona” a todos los agremiados con la amenaza de que perderán su plaza si no le dan “cuotas”.
En entrevista con Ángulo 7, uno de los quejosos, quien pidió permanecer en el anonimato, aseguró que desde el año 2001 Palacios Samayoa “ha amañado” cada uno de los cuatro procesos de elección para continuar en la dirigencia y desde ahí “extorsionar” a los empleados.
“No se queda quien trabaje mejor, sino quien es amigo de Vicente Palacios, ocasionando pérdidas al erario público porque el servicio empeora y nadie hace nada”, dijo.
No fueron retiros voluntarios
Agregó que desde inicios del 2016 corrió la versión de que habría despido de personal debido al recorte presupuestal que la Federación impuso a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), de la cual depende el organismo postal, pero la versión cobró fuerza a mediados de año, cuando Elena Tanus Meouchi llegó a la dirección nacional del servicio.
La dirección nacional informó que se trataría de retiros voluntarios para las personas próximas a jubilarse; sin embargo, el denunciante aseguró que en Puebla el “programa” fue utilizado para “correr” a los críticos de Palacios Samayoa, quienes, en su mayoría, tenían más de 15 años de antigüedad, dejando sin posibilidad de tomarlo a varios “que ya se quieren jubilar”.
Detalló que en la entidad poblana, la mayoría de trabajadores cesados fue bajo el argumento de haber tenido una conducta “inadecuada”, pero nunca se los comprobaron y aunque recibieron una liquidación, “la misma no incluyó todas las prestaciones que tienen, como un seguro de vida y uno de gastos funerarios”.
Además de que la gerencia estatal, a cargo de Benjamín Carrillo Tlahuel, les avisó del despido –dijo– hasta el 27 de diciembre, cuando su último día de trabajo fue el 15 de ese mismo mes.
Explicó que el 28 de diciembre se presentaron en la oficina para exigir una explicación, pero les señalaron que “no sabían nada” y los remitieron a la oficina central, en la Ciudad de México.
Complicidad entre gerencia y sindicato
Sin embargo, al acudir a la capital el país el mismo día, personal de Recursos Humanos les informó que “tampoco sabían” las razones de su despido, pues la lista fue hecha por la gerencia estatal poblana y el sindicato.
Ante ello, algunos de los afectados optaron por acudir al Tribunal de Conciliación y Arbitraje, a fin de hacer valer sus derechos laborales y denunciar irregularidades dentro del sindicato, pues –reiteraron— sus despidos fueron en venganza por negarse a dar “moches” a Palacios Samayoa.
Los quejosos agregaron que el líder sindical de Puebla “es protegido” por Manuel Fermín Acevedo González, quien es el dirigente del sindicato nacional del Servicio Postal Mexicano, “por lo que se siente superpoderoso”.
Cabe mencionar que en México la corrupción equivale al 10 por ciento del PIB, mientras que el promedio mundial es del 2 por ciento, y, en diversas áreas, los recortes presupuestales perjudican al personal que no es consentido delos directivos debido a ese tema.
