Por Álvaro Conrado Pérez Aquino
Amable lector, este es un tema muy trillado quizá para quienes leemos la prensa, para quienes escuchamos la noticia, ya sea nacional o internacional; ¿por qué esto?, nada más y nada menos que porque lo mismo se habla en México de la corrupción, que en el extranjero, uno hasta puede caer en la desgracia de conformarse con nuestra realidad política y económica.
Es verdad, es una queja más, pero el dinero no alcanza para nada, usted no ve reflejado su trabajo en el ahorro, como dijeran los mayores “como hace años”, hoy el producto del trajo se diluye entre pagar impuestos que son prioritarios para el Estado, no importan las necesidades del contribuyente, no, y muchísimos, además entre la despensa, el gasto escolar, y la ropa y los zapatos, cuando se pueda.
La corrupción ha permeado todas las esferas del poder político, financiero, de justicia y de administración en general, donde usted vaya se topará con la corrupción en muchos sentidos que no vale la pena enumerarlos, o darles nombres, es interminable, lástima, porque de México se habla muy mal en el extranjero, lástima, porque institucionalmente se hace muy poco en México para combatirla.
Recientemente existen articulistas que señalan el caso con lujo de detalles, ninguno de esos peces gordos señalados está tras las rejas, así la palabra del señor presidente de la República se estima muy poco. Las redes sociales se saturan, se vuelven virulentas con noticias escandalosas de corrupción, de excesos, y cuando el presidente tiene un logro que pudiera renovar en los mexicanos la confianza hacia él, las voces se alzan para no creerle, para señalar mentiras que tampoco son palabras probadas; se dice que la reaprehensión de “El Chapo” Guzmán obedece a un acto de corrupción, presiones extranjeras desde Roma, apoyadas por el Pentágono, para que la visita del Papa Francisco a México se de en calma y seguridad, entonces los procedimientos revelan graves errores que la gente no asimila como ciertos, la verdad no la sabremos al menos en ese sentido.
La cacería de brujas, en muchos casos para acallar voces, es otra forma de corrupción, forma de imponer la autoridad personal. La presión de grupos sociales, de pequeños partidos políticos para no perder su registro, para seguir medrando del presupuesto oficial, la debilidad de los cuerpos policiacos y su anarquismo, en algunos casos que son conocidos en la televisión, pero que existen miles que no se denuncias, mismos que se cometen en las poblaciones pequeñas y marginadas, usted puede ser víctima y ser rehén de autoridades autocráticas, y cómo no, si por ejemplo de esto último en Oaxaca reprueban el examen de confianza 1200 elementos de la policía municipal de Oaxaca, ¿usted se imagina cuántos son o cuantos pueblos cubren?, pues la mayoría del Estado de Oaxaca.
En esas condiciones la población no puede ser protegida debidamente por la policía lejos de ello, son una amenaza para la sociedad, si corren a esos elementos, deben recontratar gente y así sucesivamente. Pero no es solo Oaxaca, es en general en la República Mexicana.
En las fronteras sur y norte del país y en los recintos penitenciarios de alta seguridad impera impunemente; en empresas y en dependencias del gobierno se despide a empleados bajo cualquier pretexto, se sigue despidiendo a mujeres que se embarazan, o se les amenaza en no hacerlo so pena de despido, y eso también es corrupción; cuando traspasa los muros de esos recintos y se solapa desechando las demandas.
¿Entonces qué esperamos en un futuro inmediato así? En mi concepto, la afirmación de Pericles cuando dijo: ”No se sale adelante celebrando éxitos, sino superando fracasos”, es decir, que nuestras Instituciones salgan adelante, dejando atrás la corrupción y el Estado Mexicano sea reconocido como un poderoso imperio del Estado de Derecho.
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