Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

De acuerdo con un documento interno del PRI, que ya estaría en manos de la candidata Blanca Alcalá Ruiz, el tricolor enfocará sus baterías de ataque electoral en cuestionar con severidad tres aspectos torales del manejo presupuestal del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas: que hubo un desmedido crecimiento de las nóminas de 41 por ciento para la alta burocracia, que existen compromisos financieros de por lo menos en 23 mil millones de pesos y que la promoción personal del jefe del Poder Ejecutivo le costó a los ciudadanos poblanos algo así como mil 400 millones de pesos.

Es decir, que existen gastos suntuosos en salarios de altos funcionarios, en el pago de los pasivos del gobierno y en la promoción personal de Moreno Valle.

Este documento es la base del discurso que Blanca Alcalá deberá desplegar en los próximos días para exhibir que con el morenovallismo hubo mucho más dinero que en los anteriores gobiernos del PRI, pero que se gastó en beneficios de unos cuantos y no se hizo nada para combatir la creciente desigualdad social.

Y es que el documento parte del dato de exponer que el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas a lo largo de sus seis años dispuso de unos 442.2 mil millones de pesos, que es una cifra que no tuvo ninguna administración priista.

Además de entrar en detalles contrastantes, como es el hecho de que solo en cuatro años se habría gastado mil 447.6 millones de pesos en la promoción de la imagen personal de Moreno Valle, y en ese mismo periodo se destinó un gasto de 768.4 millones de pesos para el Hospital del Niño Poblano, el cual es el único nosocomio en la entidad especializado en atender la población infantil.

Otra escenario de contraste que se detalla en el documento, es que mientras por un lado el gobierno mandó a la calle a unos 14 mil burócratas, por otro se privilegió el sueldo de los funcionarios del morenovallismo.

A lo largo de los primeros cuatro años –se indica en dicho análisis– de la gestión de Moreno Valle se registra un incremento desproporcionado en el pago de nóminas, ya que se pasó de erogar 19 mil 580 millones de pesos a destinar a ese rubro la cantidad de 27 mil 597 millones de pesos.

Tal situación significa que mientras las nóminas crecieron un 41 por ciento, en cuatro años, en ese mismo periodo se dejó a miles de trabajadores sin ingresos económicos, por el simple hecho de haber sido contratados en gobiernos anteriores.

Donde más énfasis se pone es en el hecho de que el anterior gobierno –el de Mario Marín Torres– contrató y heredó una deuda por 5 mil 637.5 millones de pesos, mientras que en el presente sexenio se contrajeron compromisos financieros cuatro veces más que los existentes al arranque del sexenio.

Según el diagnóstico de la realidad poblana, elaborado por el PRI, el monto de los compromisos financieros que va a heredar Moreno Valle son por lo menos del orden de los 23 mil millones de pesos, que es una cifra exorbitante frente a los 5 mil millones de pesos que dejó de deuda la gestión marinista.

El largo y documentado diagnóstico del PRI coincide con las observaciones y advertencias que diferentes especialistas han apuntado sobre los abusos cometidos con las finanzas públicas del estado, y que generarán un lastre de grandes proporciones para los próximos gobiernos, en por lo menos las tres décadas siguientes.

Hasta ahí todo está bien. El dilema es que Blanca Alcalá sepa utilizar adecuadamente la anterior información, no en su simple difusión, sino en mensajes propagandísticos que realmente toquen las fibras sensibles del electorado.

El desempeño de Blanca Alcalá en las dos primeras semanas de campaña ha sido muy gris, sin el tono de una verdadera y aguerrida opositora al morenovallismo. Sus mensajes son flojos y no impactan lo suficiente a la población.

Da la impresión que Blanca Alcalá es la candidata que no quiere ganar, por lo que hace proselitismo acartonado y sin la capacidad de despertar las simpatías de los sectores del electorado que no son priistas, pero sí están agraviados con el morenovallismo.

Uno de los principales anuncios de Blanca Alcalá inicia mencionando que Puebla está hipotecada como nunca, lo cual es cierto, pero lo dice con un desgano y sin usar un lenguaje adecuado, que mucha gente cree que está hablando de las hipotecas inmobiliarias de la población y no que se comprometieron las finanzas estatales por décadas para pagar obras públicas suntuosas del morenovallismo.

A la ex edil de Puebla le ha tocado una opinión pública dolida por la corrupción, los abusos de poder, el desperdicios de los recursos públicos y la falta de atención a los problemas de servicios públicos, la inseguridad y la mala situación económica del país, los cuales son factores presentes a lo largo y ancho del gobierno morenovallista.

Ese malestar lo está desperdiciando Blanca Alcalá, que no encuentra la hebra para tomar el papel de una candidata que realmente sale a la calle a disputarle los votos al gobierno de Moreno Valle.

Para mayor información:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/04/13/va-el-pri-contra-las-nominas-y-el-gasto-publicitario-del-morenovallismo/

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...