A Puerta Cerrada/A Puerta Cerrada/El Sol de Puebla
Tres integrantes del morenovallismo con estrechos vínculos con José Antonio Gali Fayad se preparan para saltar a la arena preelectoral una vez que el candidato de la alianza “Sigamos Adelante” se alce con una eventual victoria el próximo 5 de junio.
Se trata de Jorge Aguilar Chedraui, coordinador de los diputados locales del PAN y líder del Congreso del Estado; Javier Lozano Alarcón, en el papel coordinador general de campaña de Gali, y Luis Banck Serrato, presidente municipal sustituto de Puebla.
A partir del 6 de junio, un día después de los comicios, los tres personajes comenzarán a trabajar para buscar la candidatura del partido blanquiazul al gobierno del estado en 2018, es decir, para convertirse en el sucesor de José Antonio Gali en caso de que, como parecen prever las encuestas, consiga el triunfo sobre el PRI y su abanderada Blanca Alcalá Ruiz.
Anótelos pues como los primeros aspirantes del panismo a la administración estatal en una hipotética era de gobierno liderada por Gali.
Si les cuestiona si es cierto lo que aquí se informa quizá solo dos de ellos dirán que sí, o por lo menos evitarán cerrarle la puerta a la posibilidad.
Ellos son Aguilar Chedraui y Lozano Alarcón.
El primero ha sido más cauto que el segundo para hablar en público acerca del tema.
El tercero en cambio contestará que no, como ya lo hizo hace algunas semanas.
Por prudencia comprensible, dadas las condiciones en que se dio su arribo a la presidencia municipal de Puebla y las características del cargo que ostenta, Banck Serrato rechazará la especie.
Más aún, si se le preguntara, ocultaría el nacimiento de un grupo de empresarios y amigos personales que se ha planteado como meta convertirlo en gobernador.
No los fuerce entonces a hablar de más, no lo harán por ahora.
Pero tómelos en cuenta para lo que viene si el candidato de los tres, Gali Fayad, obtiene el triunfo en las urnas.
Ahora, que sean los primeros no significa que vayan a ser los únicos tiradores por parte del panismo y del grupo en el poder.
Seguro que en el camino se sumarían algunos de los integrantes de primer nivel del nuevo gobierno y uno que otro yunque regresaría del exilio para asomar la cabeza y levantar la mano.
Eso es lo menos que ocurriría.
En la gestión de 22 meses la carrera sucesoria será más corta, por obvias razones, pero no menos intensa.
Para mayor información:http://www.elsoldepuebla.com.mx/columna/2901-/tres-en-fila
