Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente
E n términos reales son dos las candidatas que están haciendo proselitismo sin partido, una de ellas es la independiente Ana Teresa Aranda Orozco, y la segunda es Roxana Luna Porquillo, quien fue postulada por el PRD y cuenta con el apoyo institucional de la dirigencia nacional y local de esta fuerza política, pero de su campaña están ausentes las estructuras, los líderes de la mayoría de las tribus, los comités municipales y casi todos los legisladores perredistas.
Atrás de esta apatía, bloqueo o sabotaje, según la circunstancia de cada actor o grupo del PRD, se encuentra la mano del diputado federal Luis Maldonado Venegas, quien en su calidad de operador morenovallista dentro del Partido de la Revolución Democrática –y líder en el estado de Nueva Izquierda– tiene la encomienda de provocar que el instituto del sol azteca obtenga su peor votación de los últimos cuatro proceso electorales de gobernador.
Es simplemente la venganza contra el PRD por haberse negado a prestar su siglas al PAN.
Parecía que el tema estaba zanjado, luego de que por medio de un fallo judicial se obligó al Instituto Estatal Electoral a entregarle el financiamiento de campaña al PRD. Sin embargo, no ocurrió así; se sabe que muchos grupos y líderes de tribus perredistas siguen recibiendo dinero, mercancías, materiales de construcción y plazas de trabajo, no para generar votos, sino para impedir sufragios a favor de Roxana Luna.
Es un tema no superado porque el morenovallismo está pagando las consecuencias de la rebelión perredista.
Diferentes encuestas ubican que Roxana Luna Porquillo se encuentra entre el 3 y el 5 por ciento de la intención del voto, pese a todas las limitaciones económicas y de estructuras partidistas, así como el sabotaje de perredistas.
Ese índice electoral podría crecer todavía más, ya que muchas simpatías del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional se están moviendo al PRD, como consecuencia del nulo impacto que genera Abraham Quiroz Palacios como abanderado de Morena.
Dicho porcentaje de posibles votos a favor de Roxana Luna Porquillo ahora más que nunca los necesita al PAN, pues aunque va a la cabeza de las preferencias electorales no logra despuntar frente a su principal persecutor: la priista Blanca Alcalá Ruiz.
La posibilidad de que el PRI solamente quede a 5 puntos del PAN en el resultado final de la contienda, abre la alternativa de que el tricolor judicialice la elección y la anule en tribunales.
Ese es el actual detonante del resentimiento, odio, agravio, del PAN contra Roxana Luna y la parte del PRD que se liberó del yugo morenovallista, porque los pocos o muchos votos que podría haberle aportado el partido de izquierda al albiazul hubieran significado la ventaja que tanto necesita en estos momentos el instituto blanquiazul.
Por eso llueven las amenazas contra los pocos operadores políticos de Roxana Luna.
Tres de sus activistas ya recibieron advertencias de que le bajen al ritmo de la campaña o pasando la elección les “van a romper la medre”.
No es un asunto menor, ante la sospecha de que el asesinato de Miguel Flores Abasolo, ocurrido en la región de Cuetzalan, no fue por un asunto personal y que podría estar vinculado a su activismo a favor del PRD y de Roxana Luna.
En la campaña de Roxana Luna Porquillo participan los miembros de su corriente ADN, así como los tres principales líderes del Frente de Izquierda Progresista: Eric Cotoñeto Carmona, Socorro Quezada Tiempo y Ruth Castro. También algunos integrantes de la agrupación Izquierda Democrática Nacional, como es Dora Luz Sánchez Valencia.
Fuera de los anteriores actores, el resto del partido, de las tribus y comités municipales, no se acercan al proselitismo de Roxana Luna.
Hay dos ejemplos emblemáticos: Roxana Luna ha centrado la mayor parte de su campaña en la capital del estado y pese a ello, existe una ausencia total de la perredista de Gabriela León, la presidente del Comité Municipal del instituto del sol azteca en la ciudad de Puebla.
Muchos de los seguidores de Luna Porquillo han sido maestros, tanto los que son críticos de la reforma educativa como los que son leales al SNTE.
Pese a esa simpatía magisterial, quien no pone un pie en el partido desde que arrancó la campaña es Telésforo Américo Guerrero, quien es dirigente de la sección 23 del SNTE e integrante de la dirigencia estatal perredista.
Américo Guerrero tenía una larga trayectoria como militante del PRD, pero ahora prefiere traicionar a su partido y ponerse a las órdenes de Luis Maldonado para no ser expulsado del círculo morenovallista. Dicho de otra manera: prebenda mata militancia.
Para mayor información:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/05/10/por-amenazas-y-prebendas-ausente-casi-todo-el-prd-de-la-campana-de-roxana-luna/
