Aldo Bonanni/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

 

Cada vez que surge una encuesta nacional que mide a los aspirantes a candidatos presidenciales, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas se hunde más en las arenas movedizas de la impopularidad y la falta de confianza. El último sondeo en la materia, que es un estudio del despacho Buendía & Laredo, agrega un negativo más para la figura del gobernador de Puebla, que es: 92 por ciento de la opinión pública del país no lo conoce o no sabe reconocerlo. Es decir, es un personaje que no genera la más mínima atención de la gente.

Dicho resultado muestra que ha sido un rotundo fracaso la política de comunicación social y de propaganda de Moreno Valle Rosas, ya que durante tres años se ha promocionado en todo el país, tal como lo ha documentado los tribunales electorales que han sancionado esta situación, pero sin que conseguir resultados positivos en lo más mínimo.

Los culpables no son sus operadores de medios de comunicación y sus propagandistas, sino el único responsable es Rafael Moreno Valle, cuya personalidad –afortunadamente, por el bien de México– nunca la permitirá ser candidato presidencial.

El mandatario poblano no sabe dirigirse a la gente, llamar su atención y trasmitirle mensajes que generen empatía, confianza, agrado, simpatía o reconocimiento. Es un hombre que siempre parece estar regañando, agrediendo o que se siente inseguro, que está a la defensiva.

Moreno Valle tiene una enorme pobreza discursiva, ya que no es alguien que hable de la realidad socioeconómica del país, que haga propuestas de cambio, que trasmita solidaridad o entendimiento de los problemas de la población. No es alguien simpático, carismático, sensible o populista. Como gobernador de Puebla nunca logró llamar la atención con algún mensaje osado, interesante, polémico o conmovedor.

El mandatario poblano reduce su comunicación política a hablar como un gerente de una empresa que se la pasa recitando de manera mecánica que su compañía es mejor que la competencia, y cita una larga lista de cifras, datos y frases con lugares comunes. A su lenguaje gerencial el único matiz político que le introduce es su obsesión enferma de decir que superó en todo –aunque sea mentira– a su antecesor, Mario Marín Torres.

Esa manera de hablar produce indiferencia y olvido en la opinión pública que no es de Puebla. En el estado ayuda para su propósito de ganar la elección de junio, pero no para salir a conquistar un lugar relevante en la sucesión presidencial del año 2018.

El periódico El Universal publicó este lunes la última encuesta de Buendía & Laredo, la cual se levantó entre los días 26 de febrero y 2 de marzo pasados, es decir cuando ya había pasado la parafernalia del quinto informe de Rafael Moreno Valle Rosas.

Ya todos los estudios que miden a los presidenciales ubican a Moreno Valle muy alejado del índice de preferencias electorales de Margarita Zavala, la principal aspirante del PAN, quien a su vez es la única mujer con posibilidades de obtener la nominación albiazul y salir a competir codo a cado contra Andrés Manuel López Obrador, el líder de Morena, y Miguel Ángel Osorio Chong, por el PRI.

Lo que destaca en el último sondeo de Buendía & Laredo es que detectó que 80 por ciento de la opinión pública del país no sabe nada de Rafael Moreno Valle Rosas.

Otro 12 por ciento de la población consultada, dice que sí lo ha visto, pero cuando le mostraron su foto no lo supo reconocer.

Tales parámetros arrojan –al juntarse– que 92 de cada 100 ciudadanos no conocen a Rafael Moreno Valle Rosas, no les interesa lo que hace y una mínima porción ha oído hablar de él, pero sin generar interés o atención.

Únicamente 9 por ciento tiene una buena opinión del mandatario poblano. Seguramente este segmento ha de corresponder a ciudadanos que militan o simpatizan con el PAN, y por eso reconocen algo positivo en la persona del titular del Poder Ejecutivo estatal.

6 por ciento tiene una opinión muy mala de Moreno Valle, y 77 por ciento no opina, ya que no lo conoce.

Ante estos números, un político optaría por dos caminos: retirarse ya de la contienda por la candidatura presidencial o intentar en los siguientes meses lanzar nuevas estrategias de comunicación para remontar en las mediciones de la opinión pública.

Con Moreno Valle eso no va a pasar. No le va a servir replantear sus estrategias de comunicación, ya que es alguien que no se confronta con el poder, que no habla de la realidad del país y que no es nada simpático ni carismático. Para salir retratado junto a la gente le tienen que buscar a voluntarios que accedan posar, ya que el gobernador no se acerca a los ciudadanos comunes y corrientes.

Tampoco se va a retirar de la contienda, ya que si no es el candidato se va a dedicar a hacerle la vida imposible a Margarita Zavala para que no sea la nominada del PAN, ya que el gobernador de Puebla sostiene una confrontación con la cónyuge del ex presidente Felipe Calderón.

Se va querer vender como un factor de poder para impulsar a Ricardo Anaya o Roberto Gil Zuarth, el presidente nacional del PAN y el líder panista en el Senado, respectivamente, y que alguno de los dos sea el candidato presidencial por encima de Margarita Zavala, pese a que es la mejor propuesta del albiazul.

Es decir, los panistas tienen dentro a un enemigo que quiere evitar que Margarita Zavala sea candidata y el albiazul tenga una aspirante fuerte, popular y carismática.

Y ese percusor de fuego amigo tiene nombre y apellidos: Rafael Moreno Valle.

Para mayor información:http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/03/08/moreno-valle-el-gran-desconocido-para-la-opinion-publica-nacional/

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...